Recorrido por los pantanos más bonitos de España

España no es un país donde abunden los grandes lagos. Ejemplos como los de Covadonga, el de Sanabria o el de Bañolas son la excepción que confirma la regla. Sin embargo, por la necesidades de agua que han tenido -y tienen- muchas zonas de España, se han construido embalses que han jalonado el territorio de grandes extensiones de agua que, en ocasiones, otorgan bellas estampas paisajísticas.

En la actualidad existen más de 1.200 presas en todo el país, lo que dificulta hacer una selección de cuáles son los pantanos más bonitos. Así que, te proponemos seis en los que no solo disfrutarás de un entorno envidiable, sino que además tendrás la oportunidad de realizar actividades de ocio.

Embalse del Tranco

El simple hecho de situarse en el Parque natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas ya es una buena muestra de que estamos ante uno de los embalses más bellos de España. También conocido como El Tranco de Beas, este pantano jienense es uno de los más grandes del territorio.

Se comenzó a construir en 1929 y las obras finalizaron en 1944. Uno de los puntos más bonitos del mismo es la Isla Cabeza de la Viña, aunque recorrer sus alrededores en coche o hacer senderismo por los caminos que discurren cercanos son atractivos para cualquier amante de la naturaleza. Además, en los meses de verano se pueden practicar deportes náuticos en sus aguas, lo que termina de convertir a esta zona en una opción demandada por quienes apuestan por el turismo rural.

Embalse de El Atazar

Este “mar” de Madrid se construyó en el año 1972 y desde entonces ha sido protagonista de toda la Sierra Norte. Se encuentra en el río Lozoya y representa un 46% del agua embalsada en la comunidad. Pero aparte de su indudable importancia tanto para el suministro a las poblaciones madrileñas como a las terrenos agrícolas y ganaderos, El Atazar ofrece numerosas opciones para el ocio y, claro está, para disfrutar de un entorno natural alrededor del que se hallan pequeños y bonitos pueblos.

Así, además de visitar municipios como El Berrueco, El Atazar o Robledillo de la Jara, podrás hacer senderismo y, al igual que en el Tranco, practicar deportes acuáticos cuando la temperatura lo permite. De hecho, una de las opciones más habituales es montar en canoa, pues solo desde el propio embalse se observa la belleza circundante.

Embalse de Riaño

Con los Picos de Europa en lontananza, encontramos este pantano en el norte de la provincia de León que está alimentado por los ríos Yuso y Esla. Cuando fue diseñado y construido para regar la Tierra de Campos leonesa, surgió la polémica, pues dejaría bajo sus aguas a nueve pueblos (de algunos se pueden ver los restos cuando el nivel del agua está muy bajo). Al final se llevaría a cabo y se pondría en marcha en 1987.

Desde entonces es el auténtico protagonista de la entrada a la Cordillera Cantábrica por esa zona. Si lo recorres pasarás por el nuevo Riaño, desde donde podrás coger un barquito que lo recorre. Además, allí podrás visitar el Museo Etnográfico de la Montaña de Riaño para conocer la zona y cómo era antes de que las aguas la cubrieran. Ni que decir tiene que las imágenes con las montañas al fondo son espectaculares.

Embalse de Barrios de Luna

También en León encontramos este pantano poco antes de cruzar la muralla de la Cordillera Cantábrica y adentrarnos en Asturias. Ideado entre 1935 y 1936, se empezó a construir en 1945 y las obras concluyeron en 1951. La ingente masa de agua tapó 16 pueblos y barrios.

Si por algo destaca este embalse es por cómo está encajonado en una zona premontañosa y porque sobre uno de sus brazos está construido el impresionante puente Ingeniero Carlos Fernández Casado, que se cruza al transitar por la AP-66. Se inauguró en 1983 y durante tres años fue el puente atirantado con el vano más largo del mundo, y hasta 2015 el puente de vano más largo de España.

Embalse de Guadalest

Este pantano alicantino ocupa un territorio rodeado de serranía y vegetación que hacen de él un lugar de gran riqueza ecológica y, claro está, paisajística. Al encontrarse en un valle, está flanqueado por el pico Aitana, y las sierras de el Aixortá, Serrella y el Ponoig. Esto provoca que puedas recorrer la zona por múltiples senderos disfrutando de la fauna y la flora locales. Además, en verano podrás bañarte para soportar las elevadas temperaturas estivales y, al igual que en otros de los mencionados, realizar actividades acuáticas.

Embalses Guadalhorce

En la provincia de Málaga encontramos este conjunto de tres embalses, aunque el que más destaca por su riqueza paisajística es el del Conde de Guadalhorce, un pantano que se comenzó a construir en el año 1914 y cuyas obras finalizarían en 1921, momento en el que por entonces rey de España Alfonso XIII lo inauguró.

Además del incomparable entorno, si visitas la zona podrás acercarte al Sillón del Rey, donde el monarca firmó el fin de la construcción, además de acudir al conocido como Mirador, desde el que podrás observar los tres embalses.