Mariola Báez
Al aire libre
Rincones fresquitos en el Madrid más caluroso: jardines secretos que hay que descubrir
Junto a los grandes parques de la capital, hay coquetos espacios "verdes", ideales para una pausa
El Parque de El Retiro, la Casa de Campo, Madrid Río... Estos son algunos de los grandes “pulmones” en los que puedes desconectar y olvidar, por un momento, que te encuentras en una gran urbe. Sin embargo, Madrid también conserva pequeños jardines que son una delicia. Antiguos patios de palacios y conventos, jardines que pasan desapercibidos en el interior de un museo, que rodean un gran monumento o reposan en una azotea, cuya frondosa vegetación no te esperas. Aquí tienes algunas interesantes sugerencias.
Jardines de Sabatini
En el Madrid de los Austrias y, seguramente, eclipsados por la monumentalidad de esta zona del casco histórico, dominada por el Palacio Real (@TurismoMadrid), los Jardines de Sabatini pasan algo desapercibidos pese a su extensión. Es una pena, porque son realmente espléndidos. Ocupan la zona que antiguamente correspondía a las caballerizas del palacio y se trata de un jardín clásico, de diseño geométrico, en el que no falta un gran estanque central, fuentes, esculturas y una arboleda cuidada al detalle para conseguir formas caprichosas y, en otros espacios, su estado natural.
Jardín del Príncipe de Anglona
En el mismo barrio, pero en la zona de La Latina, más concretamente en la plaza de la Paja, una de las más coquetas y castizas de Madrid, se encuentra este pequeño jardín, tranquilo y sobrio en pleno ajetreo urbano. Aunque lo veas vallado, es un espacio de uso público, por lo que puedes pasar sin problema. El recinto es parte del antiguo palacio del Príncipe de Anglona, construido en el siglo XVIII. Tiene unos 500 metros cuadrados, pero le sobra encanto y romanticismo, con su fuente central, sus setos de boj y los caminos sinuosos que lo recorren.
La Dalieda de San Francisco
Otro de los rincones de Madrid, en los que la naturaleza se impone y te sorprende, es este espacio singular anexo a la iglesia de San Francisco el Grande. Se trata de una antigua dalieda, es decir, una zona dedicada al cultivo de distintas variedades de dalias que, cuando están en todo su esplendor, son un espectáculo por su colorido y sus delicados aromas. Las dalias cultivadas se dividen en parterres y, desde hace unos años, conviven con bonitos rosales plantados por el ayuntamiento (@MADRID). Esta es la zona conocida como “Las Vistillas” y, como imaginarás, desde aquí es un lujo contemplar cómo amanece o cae la tarde sobre la ciudad.
El Jardín Secreto de Salvador Bachiller
Ni te imaginas que en pleno centro de Madrid, en la calle Montera, la azotea de esta conocida tienda (@SalBachiller) guarda un frondoso jardín. Ideal para tomar alguna propuesta gastronómica ligera o degustar una sabrosa tarta de las que ofrece este peculiar salón de té, que se abre al cielo y mira a los tejados de la capital.