Teresa Rey
Al aire libre
Ruta de las caras: un paseo entre pinos y rocas areniscas con rostros esculpidos
Este camino se encuentra entre Cuenca y Guadalajara, y cuenta con unas 18 caras esculpidas
Entre Cuenca y Guadalajara se encuentra el embalse de Buendía, en el cauce del río Guadiela, afluente del Tajo, y justo en esta población conquense, la que da nombre a la presa, se halla la Ruta de las caras. Desde ella se aprecia esta construcción, pero no es la única, la singularidad de este paseo es precisamente las figuras que hay esculpidas a lo largo del mismo en los recovecos las paredes rocosas.
Material rocoso
Los muros de piedra arenisca que configuran este paraje junto con la naturaleza que lo rodean, fueron la inspiración para que en el año 1992, Jorge Maldonado y Eulogio Reguillo, decidieran plasmar sus cualidades artísticas. El resultado fue un total de unas 18 caras esculpidas sobre el material rocoso que les ofrecía el paisaje y que miden entre 1 y 8 metros de altura.
De este modo, el lugar empezó a conocerse como las Caras de Buendía, transformándose en una ruta sencilla de unos 2 kilómetros a través de la cual se pueden contemplar las creaciones de los dos artistas, entre los pinares y las rocas areniscas del pantano, y sin ningún coste.
Un camino agradable
El terreno está acondicionado para pasear tranquilamente por cada recoveco a la par que se van descubriendo cada uno de los rostros petrificados. Aunque la mayoría de ellos pertenecen a Maldonado y Reguillo, hay algunos que son obra de otros maestros como es el caso de los duendes entre los que están El extraterrestre, El Paleto o La caras de Cristina.
De los dos autores principales destacan las caras budistas, que representan a personajes o deidades de la India, pero también el Espiral del brujo, la Moneda de vida, el personaje de fábula Chemary, la espectacular calavera De Muerte o la Dama del Pantano.
A través de un recorrido que puede hacer toda la familia, tanto niños como mayores, la imaginación vuela con la contemplación de cada escultura, y la naturaleza que los envuelve. Si se desea además se puede pasar el día y comer en la zona pues hay mesas habilitadas para ello.
Por la zona de Buendía es posible realizar igualmente otras rutas cercanas a la presa y la Sierra de Altomira, cada una de distinta dificultad.