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El arte urbano de Bansky llega en forma de réplica de 180 de las obras del artista a Madrid, una idea que ya ha pasado por ciudades como Nueva York o Barcelona y en la que la originalidad de las piezas es secundario. "El mensaje del dibujo es lo más importante, no la técnica", ha explicado a Europa Press el creador del museo, Haziz Vardar.
"Todos los mensajes son originales. El 'street art' es un arte político, es una revolución, como queremos expresar. El dibujo es solo lo que transmite una idea, aquí (en el museo) tienes todas las ideas. La primera plantilla es el original, pero no está en ningún lado, se ha destruido. Si quieres el original, es el que hizo él. La técnica es muy fácil. No es como un Van Gogh. Aquí vienen los artistas, tres minutos y ya está. El mensaje del dibujo es lo más importante, no la técnica", ha añadido el creador.
Precisamente, la idea de esta exposición nace en 2018 impulsada por Vardar --Bansky es su artista "favorito"--, quien se ha encargado de reunir a artistas callejeros de todas partes de Europa para que recreen las obras del artista. "Algunos son famosos, otros quieren ser anónimos (...) Todos han cobrado por este trabajo", ha explicado Vardar.
Por su parte, la coordinadora del museo, Agustina Guzmán, ha asegurado que el objetivo del museo no es mostrar el arte original, si no poner en valor, a través de recreaciones, toda la trayectoria del artista.
"La recreación es utilizando la misma técnica y respetando el tamaño original. Al mismo tiempo se estudia, por ejemplo, las manchas, si hay grietas, la textura, absolutamente todo se reproduce de igual manera. La idea es que justamente los visitantes cuando vienen aquí al museo puedan sentir que están delante de esa obra", ha precisado en declaraciones a Europa Press.
Aunque Banksy nunca se ha pronunciado en contra de iniciativas como este tipo de museos, sí ha mostrado su negativa hacia la venta de arte y ha intentado mantenerse "independiente" del mercado del arte. Sin embargo, ha vendido varias obras por debajo del precio de mercado a través de Pest Control, la única empresa oficial que puede autentificar y vender cualquier grabado de Banksy.
Aún así, sus cuadros --de los que también hay réplicas en la exposición de Madrid-- han sido subastados por millones de euros en el mercado como Devolved Parliament, Girl with a balloon o Show me the Monet.
En ese sentido, Vardar ha asegurado que, aunque no tiene la aprobación de Bansky, tampoco ha recibido su rechazo, por lo que ha seguido realizando copias de sus grafitis.
"Cuando empecé a hacer copias, porque soy el único en el mundo que dijo que había hecho copias porque el original no existía, hice un trabajo de conservación. El primer museo lo abrí el 13 de junio del 2019. En septiembre, dos meses después, dijo (Banksy) que siempre permitiría a los chicos que hicieran copias. Antes nunca lo había dicho. No sabemos si lo decía por mí, de todas formas. Si me hubiese llegado una carta de un abogado diciendo algo... El libro que he escrito sobre el catálogo del museo, todo el dinero, todos los beneficios, van a una asociación para los inmigrantes", ha precisado.
"Sería más controversal tener originales"
Así, Guzmán ha reconocido que sería más "controversial" si en el museo hubiese piezas originales, porque así sí que estarían yendo "en contra" del deseo del artista.
"Muchas performances que ha hecho en Estados Unidos utiliza herramientas o transportes, claramente necesita cierto capital para poder gestionarse (...) Sería hasta peor o más controversial que tuviésemos originales. Primero porque tener pedazos de muro es completamente ilegal y tendríamos realmente al artista en contra si estuviésemos teniendo originales aquí. Son reproducciones, es mostrar su arte", ha concluido.
Aunque se conocen muy pocos datos biográficos de Banksy, los estudiosos que le siguen creen que podría ser natural de Bristol (Reino Unido) y es precisamente en esta zona donde se ha mostrado más prolífico, más del 80% de sus obras han sido realizadas en el Reino Unido.
La primera gran pintura mural que se le conoce es The Mild Mild West, realizada en 1999 en Stokes Croft, Bristol, y representa a un osito de peluche lanzando un cóctel Molotov sobre tres agentes antidisturbios. Su copia está en el museo.
La guerra en Palestina y Ucrania, presentes en la muestra
Entre las obras que componen la muestra hay alguna dedicadas a territorios como Palestina o Ucrania, donde los conflictos bélicos y humanitarios siguen activos.
Precisamente, uno de los destacados del museo está dedicado al Muro de Belén en Cisjordania, lugar que Banksy ha intervenido repetidamente con obras cargadas de mensaje político.
Además, se incluyen las réplicas de las obras más reciente, el pasado verano en Londres, centradas en la temática animal. Una de las instalaciones comprende al rinoceronte sobre un Nissan Micra abandonado, que mide 3,7 metros de largo y 2 metros de altura.