La Catedral de Burgos podría perder su título de Patrimonio de la Humanidad

La continuación de la catalogación de la Catedral de Burgos como Patrimonio de la Humanidad está en vilo debido al encargo realizado por parte del Cabildo de la Catedral al artista Antonio López de unas puertas de bronce, que sustituyesen a las actuales de madera de la entrada Real, que este año es la Puerta del Perdón.

El papa Francisco ha concedido a Burgos la celebración de un año jubilar con motivo del octavo centenario de la colocación de la primera piedra del templo, el 21 de julio de 1221.

En este marco y dentro de las numerosas actividades previstas para celebrar este aniversario se encuentra el encargo del Cabildo de la Catedral al artista Antonio López del diseño de unas nuevas puertas de bronce para la entrada Real, en la fachada de Santa María, que este año es la Puerta del Perdón.

Estas puertas están previstas que sustituyan a las actuales de madera del siglo XVIII. Sin embargo, esta medida choca con las condiciones impuestas por la UNESCO cuando otorgar el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad, el cual se concede a las obras “tal y como están”, sin cambios ni añadidos.

Por ello, en las ultimas semanas se están llevando a cabo numerosos trámites y consultas por parte del arzobispado de burgos y los organismos internacionales de patrimonio y de la Junta de Castilla y León, cuya Comisión de Patrimonio debe emitir un dictamen que será vinculante y en el que se indique si finalmente podrán ser modificadas las puertas de madera por las de bronce o no y si ello afectará al título de Patrimonio de la Humanidad que posee la Catedral desde 1984.

La Catedral de Burgos es la única española que cuenta con la distinción de Patrimonio de la Humanidad de forma independiente.

Las puertas de Antonio López

Las puertas de la discordia que ha diseñado el pintor Antonio López y a la que se oponen políticos, historiadores, artistas y organismos como la UNESCO o la propia plataforma change.org, consiste en tres imágenes de gran tamaño esculpidas de Dios Padre, la Virgen María y Niño Dios.

Esta obra que debería estar finalizada este próximo mes de julio no se sabe si podrán emplazarse en el lugar para el que han sido diseñadas o deberá buscarse una alternativa ante el rechazo de algunos y la amenaza del Icomos (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios) vinculado a la UNESCO de quitar a la Catedral de Burgos su título ante una modificación injustificada.

Recientemente se ha firmado un manifiesto por parte de cincuenta personas (entre ellas arquitectos, historiadores, historiadores del arte, artistas, empresarios, profesores y profesionales de la cultura) en el que muestran su "frontal oposición a decoración tan aberrante, por abigarrada y anacrónica, que quitará protagonismo y armonía a la insigne fachada-portada del monumento".