'El chico', de Charles Chaplin, vuelve a los cines en su centenario

El 6 de febrero de 1921, hace justo cien años, Charles Chaplin estrenaba comercialmente su primer largometraje en las salas de cine de Estados Unidos, dando un decisivo paso adelante en su carrera. Uno de los personajes más famosos de la cultura popular, el vagabundo de buen corazón conocido como Charlot, daba a partir de entonces muestras de su enorme talento que se manifestaría en todo su esplendor en títulos inolvidables para el séptimo arte como El gran dictador, Tiempos modernos, Luces de la ciudad o Candilejas.

Recordemos un momento cuál es el argumento de esta joya cinéfila que es El chico. Una joven sumamente pobre, hundida en la miseria, abandona a su bebé en la limusina de una familia rica. El niño acaba, por casualidades del destino, en manos de otro hombre sumamente pobre, Charlot, que lo adopta y que se convierte en su padre. Aunque pasan muchas necesidades, Charlot y su hijo llevan una vida feliz trabajando como cristaleros ambulantes. Sin embargo, esta vida puede estar a punto de cambiar para siempre: la madre del chico, con el paso de los años, se ha convertido en una famosa y rica cantante y quiere encontrar al hijo que un día abandonó para darle la vida que entonces no le pudo dar.

Reestreno en salas el 5 de febrero

Aprovechando su centenario, el próximo 5 de febrero se reestrena en las salas de cine una de las obras más famosas de Charles Chaplin y una de las películas que mejor sintetiza su estilo. En El chico Chaplin interpreta “pobre hombre pobre” que malvive en un barrio de mala muerte de una gran ciudad capitalista. A nadie se le escapa la crítica social que hay detrás de esta obra sobre las consecuencias de la Revolución Industrial (algo que trataría de forma magistral en Tiempos modernos): pobreza, miseria y hacinamiento de la clase trabajadora, que es la gran perdedora de la historia.

Al parecer, la historia —creada por el mismo Chaplin como en todas sus películas— se le ocurrió al genio británico al día siguiente de ver al pequeño Jackie Coogan en un teatro de variedades bailando y metiendo al público en el bolsillo. Entonces a Chaplin se le empezaron a ocurrir un montón de gags que podría hacer en pantalla junto al niño, por lo que llamó a su padre y lo contrató para la película. Lo cierto es que la química entre ambos en la gran pantalla es innegable y Jackie Coogan está inmenso en su papel.

Vale la pena volver a ver esta maravilla en la gran pantalla en su versión restaurada en 4k, pero conviene saber que también está disponible en Amazon Prime Video y en Filmin para los que prefieran disfrutarla en casa.