Victoria Herrero
Cine
Alfred Hitchcock, el mago del suspense que nunca consiguió un Oscar
Victoria Herrero
Lunes 29 de abril de 2019
ACTUALIZADO : Lunes 3 de agosto de 2020 a las 15:45 H
3 minutos
Este 29 de abril se cumplen 39 años de la muerte del genial director británico
Sus obras son inmortales y, casi 40 años después de la muerte de su creador, siguen siendo películas de culto para muchos amantes del séptimo arte. Hablamos del director de cine Alfred Hitchcock, uno de los más brillantes de todos los tiempos y que dominaba como nadie esas escenas de terror y pánico que te dejan pegado a la butaca del cine. No es extraño, entonces, que se le conozca como el mago del suspense.
Pero para llegar a los altares como uno de los grandes del cine, el joven Hitchcock empezó siendo rotulista y haciendo los bocetos de decoración de pequeñas obras de bajo presupuesto. Hasta que le llegó la oportunidad de tener a unos cuantos actores a su cargo en la película El jardín de la alegría, a la que seguirían otros dos títulos. No lo sabía, pero estaba dando sus primeros pasos de una aclamada carrera como director de cine.
Una fama que no tardaría en llegar y que despegó con el largometraje The ring, con el que se convirtió en uno de los directores más cotizados de su Inglaterra natal.
Nadie manejó el misterio como Hitchcock
Fue en la mitad de los años 30 cuando empezaron a filmarse las películas que hoy en día seguimos viendo con admiración como El hombre que sabía demasiado o 39 escalones. Ambos ejemplos de ese buen hacer del director para saber mantener esa tensión a medida que se sucedían las escenas.
Los años 40 fueron los años de las producciones de Hollywood como Receca, Matrimonio original, Sospecha o La sombra de la duda. Una década en la que guiaba a algunos de los mejores actores de la época como Ingrid Bergman, Gregory Peck o James Stewart.
Un casting al que se unió la que fuera una de sus musas, junto con Tippi Hedren, Grace Kelly. Con ella rodó Crimen perfecto, la maravillosa La ventana indiscreta o Atrapa a un ladrón que, además, contaba con la participación del citado Cary Grant.
'Psicosis', 1960
Pero, si de verdad hay una película que hace que esa noche no puedas conciliar el sueño esa es su gran obra maestra, Psicosis. Cómo para olvidar esa icónica imagen de la ducha, preludio de lo que posteriormente se llamó thriller psicológico, en una habitación del Motel Bates.
Parecía imposible que fuera a superar esta gran película, pero sí lo hizo. Posteriormente fue el turno de otra gran actriz, Tippi Hedren, protagonista de otras dos obras fundamentales en su carrera: Los pájaros y Marnie, la ladrona.
Y es que, hasta el último aliento de su vida, la mañana del 29 de abril de 1980, siguió trabajando en la que hubiera sido su película número 54, adaptación de la novela de Ronald Kirkbride titulada The short night. Sin embargo, murió con el guión a medio terminar.