Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
… saber más sobre el autorMarisa Paredes posee una de las carreras más importantes de la escena española: teatro, cine, televisión. Ha trabajado fuera de nuestro país en grandes películas y ha sido presidenta de la Academia del Cine Español. Este 3 de abril cumple 75 años y queremos rendir un pequeño homenaje con un repaso a su carrera y a algunas de sus películas. ¿Nos acompañas?
Marisa debutó en el cine con 14 años y al año siguiente en el teatro, una disciplina que la ha acompañado a lo largo de toda su carrera. Durante las décadas de los 60 y los 70, Marisa Paredes interpreta papeles secundarios en filmes de géneros muy dispares; interviene en la película El mundo sigue (1965) de Fernando Fernán Gómez, en algún spaghetti western y en una comedia de Marisol. En 1980, Fernando Trueba le ofrece un papel en su debut cinematográfico, Ópera prima.
En televisión, intervino frecuentemente en el mítico Estudio 1, al igual que en distintas obras de teatro, en los años 60, 70 y 80.
Pero si hay un director con el que consiguió relevancia nacional e internacional, ese es Pedro Almodóvar. En 1983, Almodóvar le ofrece un papel secundario en Entre tinieblas, interpretando a una monja. En 1991 vuelve a cruzarse con Pedro Almodóvar, que apuesta fuerte por ella, en Tacones lejanos, donde era una mujer marcada por su tortuosa relación con el género masculino, que abandonó a su hija (Victoria Abril) para dedicarse al espectáculo.
En 1995, de nuevo de la mano de Pedro Almodóvar, Marisa Paredes triunfa con La flor de mi secreto y cuya interpretación le valió la nominación al premio Goya como mejor actriz protagonista. El director manchego contó con ella en más películas, como Todo sobre mi madre, Hable con ella y La piel que habito.
Almodóvar le abrió las puertas del mercado internacional y ha trabajado con distintos directores europeos y en películas como La vida es bella, de Roberto Benigni, Profundo Carmesí o El coronel no tiene quién le escriba, de Arturo Ripstein, o El espinazo del diablo, dirigida por Guillermo del Toro, por ejemplo.
Entre los años 2000 y 2003 fue presidenta de la Academia del Cine Español. Su último año al frente de la academia fue el año del “No a la guerra” que protagonizó la entrega de los Goya. Hablando de Goya, la academia que le concedió el Goya de Honor en 2018.