El director Alejandro Amenábar ha explicado que cuando empezó a trabajar e incluso antes, en la universidad, veía el cine de una manera "mercenaria": "Quería ganarme la vida haciendo esto y cuento la historia que sea".
Pero con el paso de los años e incluso de las décadas, este cineasta ha descubierto que lo que le lleva a contar una historia "siempre es la pasión, las ganas de contarla". "Lo que realmente me mueve, me empuja, a contar una historia es esas ganas ineludibles de contarla".
Y eso es precisamente lo que le pasa a Amenábar con su próximo proyecto, un largometraje que ya está preparando y que espera poder rodar el año que viene, pero del que no ha adelantando ningún detalle, salvo que "es una historia que tengo muchísimas ganas de contar".
El director de Abre los ojos o Mar adentro se ha expresado así este martes en Santander, en una rueda de prensa que ha ofrecido en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, antes de recibir el Premio de Cinematografía de la UIMP.
En su encuentro con los medios, el director, guionista y compositor hispano-chileno ha repasado diferentes aspectos de su trayectoria, personal y profesional, y cree que la madurez que ha ido adquiriendo con el tiempo ha dotado de "mayor carga de profundidad" a algunas de sus películas posteriores.
También ha reconocido una evolución en los géneros a lo largo de su carrera, pues sus creaciones iniciales se decantaba más por el suspense, caso de Tesis o Los Otros, para pasar después al histórico, como en Ágora o Mientras dure la guerra.
A este respecto, Amenábar ha subrayado que la historia siempre le ha interesado, "desde niño: yo era más de letras que de ciencias", ha reafirmado.
Así, acercarse a este género ha nacido igualmente de su "pasión" por los acontecimientos pasados y le ha permitido, además, profundizar en algunos de ellos. Porque, "cuando uno crea, lo que hace es alimentarse de cosas".
El ganador de nueve Premios Goya y un Oscar cree también que a la par que se madura como cineasta, se nota en la puesta en escena y en la economía de medios, en el sentido de que se hacen cosas "más sencillas" y se deshecha "lo superfluo".
Considera que es esto lo que los años de experiencia han aportado a su cine, que a su juicio es "más condensado" ahora que al principio.
Con todo ello, a Alejandro Amenábar le gustaría pensar que su carrera guarda "coherencia formal". Y otro de sus deseos es volver a trabajar con Javier Bardem, que "es internacional", aunque ha admitido que hacer una película depende de "un montón de imponderables", como la edad de un actor o las ayudas que se otorgan en ese momento.
