Juan María León
Cine
Blanca Portillo y sus cinco días en un convento para ponerse en la piel de Santa Teresa de Jesús
"Santa Teresa creó un mundo femenino y fue de las primeras feministas", afirma la actriz
Este viernes se estrenó la película Teresa, de Paula Ortiz, en la que Blanca Portillo interpreta a Santa Teresa de Jesús. Esta película ensalza el “feminismo tan vanguardista” que desplegó a lo largo del siglo XVI.
Blanca Portillo ha ensalzado la figura de Santa Teresa en una entrevista con Europa Press. "Creó un mundo femenino y eso me sorprende, y más siendo una monja. Sin duda fue una de las primeras feministas de la historia", asegura. Además, la actriz ha añadido que la historia ha “eliminado descaradamente” a muchas mujeres feministas, como a la Princesa de Éboli. "Hay un montón de mujeres por ahí de agárrate y no te menees", ha subrayado.
Una de las virtudes de Santa Teresa que destaca la actriz es su valentía al enfrentarse a un sistema masculino. "Que pase ahora, pues es algo más normal, pero que ella lo hiciese solita me parece demoledor y un ejemplo a seguir", ha recalcado.
Portillo ha insistido en que la reivindicación que realizó Santa Teresa en la Iglesia y en la sociedad es "absolutamente" actual. "Ella sabía el poder que tiene la mujer. De hecho, ella escribía mal para que no se notara lo inteligente que era, porque sabía que podía tener problemas", ha comentado.
En la cinta, la actriz comparte protagonismo con Asier Etxeandia con quien roza el "éxtasis" por los combates dialécticos que mantienen durante toda la película. Una película que ha hecho que Portillo acabase con un "desgaste emocional importante". "Todos los días teníamos que estar en un ralentí muy alto y eso es muy complicado", ha reconocido.
Para interpretar a Santa Teresa, Blanca Portillo ha revelado que estuvo cinco días en un convento para lograr la "unión espiritual" de la Santa con Dios. "Yo no soy creyente, pero tenía que encontrar un punto de unión espiritual que para mí significara de alguna manera lo mismo que para ella significó su amor a Dios. El único punto que encontré es mi propio amor a la profesión, que lo entendí como una dedicación vehemente y enfermiza y como un acto de fe", ha revelado.
"Había cosas que yo quería entender en carne propia, por ejemplo, qué significa la clausura. Ella dijo que quería libertad y se fue a un convento. Por eso, estuve cinco días con monjas de clausura. Me ayudó muchísimo. Las monjas me decían 'si tu actitud hacia el trabajo es la misma que nosotras tenemos de alguna manera, lo tuyo es devoción y lo haces para hacer bien, nosotras hacemos esto para hacerlo bien, entonces no estamos tan lejos'", ha detallado.
La actriz también ha asegurado que no sabe si su papel en Teresa es el de "más raza" que ha realizado, aunque ha señalado que sí ha sido el más honesto. "Se me ve todo, no oculto nada ni física ni emocionalmente", ha indicado.
#MeToo en la industria
Por otro lado, preguntada acerca de un posible #metoo en la industria audiovisual, la actriz ha afirmado que ella no ha sufrido ningún episodio de acoso sexual y desconoce que pase, aunque ha precisado que "seguramente algo debe haber".
"Igual había antes y las personas que lo sufrieron no dijeron nada. Yo recuerdo actrices mayores, como Concha Velasco, que tuvieron que hacer desnudos innecesarios, pero sinceramente me da miedo decir que habido casos porque lo desconozco", ha apostillado.
Por último, ha asegurado que se siente "muy honrada" con los papeles desempeñado en los últimos años, como en Maixabel, que le valió el Goya, pero ha argumentado que "esas cosas no pasan dos veces". "Tampoco a lo mejor es muy frecuente tener esos dos papeles con tanto peso en tan poco tiempo, pero me da pudor pensar en ganar otro Goya", ha sentenciado.