Marco Herrera
Cine
'El Candidato', Hugh Jackman también se apunta a la política
Marco Herrera
Viernes 15 de febrero de 2019
ACTUALIZADO : Miércoles 20 de febrero de 2019 a las 1:02 H
3 minutos
Jackman se pone en la piel de un candidato demócrata a Presidente al que apartó un escándalo
El Candidato (The Front Runner, 2018) narra la campaña presidencial del senador demócrata Gary Hart (Jackman), que tras devolver a las filas demócratas la ilusión de desbancar del poder a los republicanos, vio como todo se venía abajo al hacerse público que tenía un romance extramatrimonial. El papel de su esposa queda en manos de Vera Farmiga (Up in the Air), que tiene que lidiar con un rol que, con el paso de los años, hemos visto más veces en la política estadounidense: el de mujer del político agraviada.
A todos se nos viene a la cabeza Hillary Clinton y el Caso Lewinsky, pero la película también apunta a otros ámbitos, como el periodístico. Denuncia las informaciones interesadas de los medios aunque con ellas se ponga en tela de juicio la ética de los propios periodistas. En su intento de acaparar más ámbitos –quizás demasiados– el film de Jason Reitman (Up in the Air, Juno) también se enfoca en el papel de las mujeres en estas situaciones, en lo que podría parecer un acercamiento a series como The Good Wife y su excelente secuela, The Good Fight.
Intenciones de la película
Pero quizás la sensación que recorre toda la película es la de buscar culpables a aquella situación, y no evita ni las comparaciones con otros presidentes y sus vidas privadas, mencionando incluso a John F. Kennedy. ¿Fue la prensa sensacionalista la encargada de tumbar a un buen candidato y su vida privada no debe ser de interés público? ¿O cuando un político se presenta como ejemplo ante la sociedad que debe elegirlo, ha de rendir cuentas hasta personales ante ella?
Es un tema espinoso, pero hay una sensación de que Reitman, quien coescribió el guión junto a Jay Carson y Matt Bai –autor del libro de 2014 que inspira el film– intenta acaparar tanto que no responde a ninguna de estas preguntas. Proporciona, aunque de forma poco decidida, las herramientas para hacer nuestro propio juicio, al presentar todos los ángulos posibles sin comprometerse con ninguno, lo cual para muchos será más positivo que tomar partido por una postura determinada.
Su tratamiento de la caída de Hart a veces parece demonizar a la prensa, pero el director también es consciente de cómo esta historia se asienta en el contexto actual, cuando movimientos como el #MeToo denuncian constantemente cómo el abuso de poder de algunos hombres deja en silencio el sufrimiento de algunas mujeres. Lo que no se puede negar es que El Candidato es una propuesta con muy buenas intenciones: las de poner el foco en quienes convierten la política en un espectáculo, las de ver la parte femenina de todos estos escándalos y, en cierto modo, las de denunciar cierta hipocresia en la sociedad americana a la hora de elegir a un representante público. Si esas buenas intenciones consigue llevarlas a buen puerto, es solo decisión de cada espectador.