Marco Herrera
Cine
David Lynch cumple 74 años: las mejores películas de este director de culto
Lynch ha sido capaz tanto de perturbar al espectador como de poner sus sentimientos a flor de piel
David Lynch (20 de enero de 1946) es uno de los directores que ha trascendido cualquier género cinematográfico en las últimas décadas. El cineasta es conocido por ser el primer surrealista en el celuloide realmente popular, y moviéndose por esa vanguardia ha ofrecido auténticas obras maestras, como Cabeza borradora (1977), Terciopelo Azul (1986) o Mulholland Drive (2001).
Pero Lynch también ha sabido reflejar otro tipo de dramas, como el de Joseph Merrick y su retrato en la aclamada El Hombre Elefante (1980) o el de Alvin Straight y su viaje en una cortadora de césped a través de Estados Unidos en Una historia verdadera (1999). Lynch cumple 74 años este 20 de enero y, por ello, repasamos algunos de sus mejores trabajos.
Cabeza borradora (1977)
El debut como director de largometrajes de David Lynch, Cabeza borradora. Fue pionero en el género de terror corporal con la historia de Henry Spencer, un hombre que lucha en un paisaje industrial con una molesta novia y un bebé mutante recién nacido que no parar de gritar. El American Film Institute ayudó a Lynch a poner la película en producción mientras estudiaba en él, y el resultado es una película que lo estableció como una voz fresca en el cine y definió lo que sería su carrera.
Cabeza borradora se filmó en blanco y negro, lo que le da a todo un toque un poco más inquietante, y no es que esa inquietud extra fuese particularmente necesaria, porque ya es una película bastante perturbadora.
El hombre elefante (1980)
Muchos aficionados recientes a Lynch se sorprenden cuando descubren que El hombre elefante, el desgarrador relato en blanco y negro de la trágica vida de Joseph Merrick, que fue producido por el cineasta Mel Brooks, bastante más conocido por hacer comedias de humor absurdo como Sillas de montar calientes (1974). Brooks se enteró de la historia de Merrick y decidió que era tan poderosa que la guiaría a la producción y pasaría el control creativo a un director visionario. Este fue David Lynch, quien presentó las actuaciones impecables de John Hurt y Anthony Hopkins.
Probablemente se trate de su film más accesible. Hurt interpreta a Merrick, el personaje principal, que es acogido por el amable doctor al que da vida Hopkins en el Londres victoriano. Al principio visto como un bicho raro, Merrick lucha por sacar a la luz su humanidad y superar su rostro horriblemente desfigurado en un retrato conmovedor dirigido con especial sutilidad, para llevar al gran público la historia del conocido como hombre elefante y la idea de que el interior de las personas poco tiene que ver con su aspecto.
Terciopelo azul (1986)
En un logro cinematográfico sorprendente, con Terciopelo Azul se cuenta una historia de cine negro elaborada con una capa de terror psicológico "lynchiana" envuelta sobre ella. Kyle MacLachlan interpreta a un estudiante universitario que regresa a su ciudad natal para ver a su padre enfermo. Cuando encuentra una oreja cortada en medio de su tranquila comunidad residencial, le llevará a una conspiración criminal impactante, que lo involucra en un enredo romántico con unaa cantante de sala de fiestas, interpretada por Isabella Rossellini. Y también se cruzará con Frank Booth, interpretado por Dennis Hopper, uno de los villanos más siniestros y desconcertantes jamás filmado.
Una historia verdadera (1999)
No parece que las visiones surrealistas y de pesadilla del realizador nacido en Montana y los productos cinemáticos sanos y familiares de Disney fueran una buena combinación, pero, por extraño que parezca, los dos encontraron la historia correcta para trabajar juntos.
The Straight Story es una película de carretera basada en un viaje real emprendido por el veterano de la Segunda Guerra Mundial Alvin Straight, interpretado magistralmente por Richard Farnsworth, quien condujo una cortadora de césped desde Iowa hasta Wisconsin para visitar a su hermano enfermo. Es lo suficientemente peculiar para Lynch e inofensivamente entretenido para Disney, y el resultado fue una película brillante, utilizando la premisa simplista para empatizar con el personaje.
'Mulholland Drive' (2001)
David Lynch desarrolló originalmente Mulholland Drive, su versión oscura, surrealista y alucinante de la industria cinematográfica de Hollywood, como piloto de televisión. Sin embargo, los ejecutivos de la cadena, que buscaban programas más familiares, se oponían a emitir esta rareza, por lo que Lynch lo reelaboró como un largometraje para la gran pantalla.
Desde un monstruo que sale de las pesadillas recurrentes de un escritor y entra en su vida real, hasta un pequeño bailarín que se encuentra dentro de una caja, pasando por un vaquero que aparece bajo la luz de la Luna para asesorar a un productor de cine, Mulholland Drive está llena de imágenes y simbolismo capaz de atormentar cualquier mente.