Carlos Losada
Cine
'Rojo' se sumerge en los prolegómenos de la dictadura argentina
La película muestra cómo parte de la población civil fue cómplice del golpe de estado y sus abusos
Este viernes 2 de agosto por fin se estrena la película Rojo en nuestro país, una de las cintas argentinas más esperadas después de que en el pasado Festival de Cine de San Sebastián, su protagonista, Darío Grandinetti, ganara la Concha de Plata al Mejor Actor.
Este film dirigido por Benjamín Naishtat está ambientado en un pueblo argentino en septiembre de 1975. En esos momentos, la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) está causando estragos en este país sudamericano y cada vez está más cerca el golpe de estado.
Una familia argentina
La historia de Rojo se centra en Claudio Morán (interpretado por el propio Grandinetti), un reputado abogado de la zona, y en su familia, su esposa (Andrea Frigerio) y su hija adolescente (Laura Grandinetti), quien está saliendo con su novio y experimentando las primeras relaciones sexuales.
Durante la película, no solo evolucionará la vida de cada uno de ellos (con intrigas y venganzas) sino que además lo hará con el momento histórico como fondo y, obviamente, también como protagonista, deteniéndose en cómo la sociedad civil fue, en muchas ocasiones, cómplice con la dictadura.
"Las cosas ocurren porque hay una sociedad que ayuda, los que nos gobiernan no son marcianos. Hay que saber para que no nos sorprendan con sus políticas de cercenar derechos, para que no nos vuelvan a engañar. Vaya este pequeño aporte desde el cine", apuntó Grandinetti después de recoger su premio en Donosti.
El contexto histórico
Como se ha apuntado, Rojo se sitúa en un contexto político inestable en la historia de Argentina. Después de que Juan Domingo Perón fuera elegido presidente por tercera vez –con un estado de salud deteriorado–, la situación política fue empeorando aún más. La muerte de Perón no ayudó, así como el ascenso al poder de su esposa María Estela Martínez de Perón.
A esta inestabilidad se le unió la crisis económica internacional de 1973. Una de las iniciativas más controvertidas fue la creación de la mencionada Triple A, una fuerza parapolicial que se encargó de eliminar del mapa a numerosos opositores del gobierno con la connivencia de este.
Sin duda, este clima fue el precursor del golpe de estado que se produciría en el año 1976 (concretamente el 24 de marzo) con el nombre de Proceso de Reorganización Nacional. Al igual que otras dictaduras sudamericanas, la de Argentina tenía el apoyo de Estados Unidos, así como de los principales grupos empresariales e incluso del Fondo Monetario Internacional. Esto hizo que durante los 8 años que se prolongó la dictadura, el gobierno hiciera y deshiciera a su antojo, promoviendo secuestros, desapariciones, asesinatos y torturas entre quienes no estaban de acuerdo con el golpe.
Finalmente, la mala situación económica (el déficit se disparó) y la derrota frente a Reino Unido en la Guerra de las Malvinas provocó la caída del régimen y la convocatoria de elecciones.