Los héroes también se hacen mayores, y en el mundo del cine quienes los encarnan siguen cumpliendo años. Un buen ejemplo de ello es Harrison Ford, que este 13 de julio cumple 80 años.
El contrabandista y el arqueólogo
Harrison Ford no probó la mieles del éxito nada más llegar a Hollywood. Estuvo deambulando por series y alguna que otra producción haciendo pequeños papeles. Hasta que un día la suerte le sonrió y cayó en un proyecto por el que nadie daba un duro. Al frente estaba George Lucas, para el que había trabajado en American Grafitti en 1973. Debía interpretar a un contrabandista fanfarrón en una película de naves espaciales.
Aquello supondría la rampa de lanzamiento para su carrera cinematográfica. A los 35 años participó en La Guerra de las Galaxias y su rostro se hizo tan popular como el de sus compañeros de reparto.
Pasaron 4 años hasta que en 1981 tuvo su segundo golpe de suerte. El mismo Lucas había encargado a Steven Spielberg que llevara al cine las aventuras de un personaje que se había inventado. Su nombre era Indiana Jones y la película En busca del Arca Perdida.
Harrison Ford no había sido el elegido para el papel porque Lucas no quería que alguien conocido por ser Han Solo fuera el rostro del aventurero. Al final, negativas como la de Tom Selleck provocaron que optaran por Harrison Ford. Y el resultado no pudo ser mejor. El actor se metió en la piel del Doctor Jones y se convirtió en el actor más taquillero de la industria. Era tal su carisma que ya nadie podría volver a ser Indy.
Ascenso y declive
Esta popularidad le abrió la puerta a películas tan interesantes como Blade Runner, Único testigo, Frenético o Armas de mujer, todas ellas filmadas en los 80 junto a las secuelas de Star Wars e Indiana Jones.
Los 90 también comenzaron con Ford en la cúspide. Triunfó con El Fugitivo y fue el mejor Jack Ryan que se recuerda en Juego de Patriotas y Peligro Inminente. Pero comenzó a embarcarse en cintas más irregulares que le fueron alejando de los primeros focos. Al fallido remake de Sabrina se le unió Air Force One y Seis días y siete noches. Si bien no iban mal en taquilla, parecían restar en su carrera. A esto se unía que iba cumpliendo años y su posición como “heroe” cinematográfico no era ya tan demandada.
Es a partir del año 2000 cuando su filmografía es más errática, destacando únicamente por volver a meterse en la piel de sus personajes más emblemáticos en Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, Star Wars: Episodio VII - El despertar de la Fuerza y Blade Runner 2049.
