20.000 especies de abejas es la película más nominada a los Premios Goya 2024. En total, el largometraje de Estibaliz Urresola Solagure opta a 15 'cabezones', entre ellos el de Mejor actriz de reparto, categoría en la que están nominadas Itziar Lazkano (66) y Ane Gabarain (60). En 65YMÁS, hemos podido hablar con Itziar sobre su nominación, el talento sénior y la necesidad de seguir cambiando la realidad actual.
Como no podía ser de otra manera, la actriz se encuentra feliz con su nominación y el reconocimiento al equipo: "No me esperaba para nada la nominación. Me quedé sin habla. Vi la lectura de nominados en directo para ir apuntando las nominaciones de la película para luego darles la enhorabuena. Cuando llegó la categoría de reparto dijeron el nombre de mi compañera, de Ane, que era lo que yo me esperaba, porque también ha estado nominada a otros premios. Cuando oí mi nombre me quedé sin habla. Es un regalo de la vida y de la profesión, que como no me lo esperaba para nada, ha sido muy bonito porque, además, automáticamente empecé a recibir la enhorabuena de toda la gente que me rodea".
Que su nombre forme parte del reparto de esta película, tiene una historia curiosa detrás. Tal y como nos cuenta Lazkano, ella conoció el guion porque ayudó a una de sus compañeras a prepararse el papel, que finalmente sería suyo: "Meses después me llamaron a mí para hacer el casting, y claro, ya me sabía el guion".
La nominación de la actriz es, junto a la de José Coronado y Luisa Gavasa, la única que encontraremos si buscamos los actores nominados que tengan más de 65 años, y, sin embargo, la Academia ha sabido valorar su talento. Precisamente, a raíz de este reconocimiento, la actriz reflexiona sobre si esto ayudará a valorar más el talento sénior: "Yo creo que sí. Esto no está en nuestra mano, sino en la de las productoras que tienen que apostar por historias en las que los mayores de 65 años tengamos cabida porque tenemos mucho que aportar", asegura la actriz. Y añade: "A mí me ha hecho muy ilusión ver que este año, en la categoría de reparto, la mayoría de nominados tenemos más de 50 años. Somos actrices maduras contando historias diferentes e interesantes, y queremos seguir haciéndolo, pero para eso tienen que apostar por contarlas".
Porque una de las principales reivindicaciones de las actrices es que "no solo podemos hacer de madres o abuelas, hay muchas cosas que nos pasan que son interesantes de contar a la sociedad y a la gente joven. Yo pienso en mi madre cuando tenía mi edad, y ya no somos los mismos. Las generaciones han cambiado mucho, y los 65 años de mi madre no son mis 65. Yo apuesto por el envejecimiento activo, creo que ahora mismo los 50 son los 30 de antes. Estamos llenas de energía, y es una pena que tu profesión se vaya acabando por el mero hecho de ir cumpliendo años", asegura.
Reflejar las diferentes realidades que conforman la realidad es algo clave para la actriz y por eso cree que "es importante contar todas las etapas por las que pasamos a lo largo de la vida, pero para conseguirlo tenemos que apostar por ello. También te digo, y no sé si me equivocaré, pero creo que desde que hay más mujeres directoras, guionistas, productoras... me da la impresión de que se están empezando a contar historias diferentes, donde se está teniendo en cuenta la edad".
La mayor presencia de profesionales que quieren cambiar los parámetros establecidos hasta ahora no es lo único que puede ayudar a los actores sénior a tener problemas para encontrar trabajo, y el envejecimiento de la sociedad podría convertirse en el 'protagonista' del cambio: "A lo mejor juega a nuestro favor. Todo el arte tiene que ir de la mano con la sociedad. Los jóvenes pueden aprender mucho de la gente que tenemos más recorrido. Yo, por ejemplo, trabajo mucho con gente joven, y veo que todavía puedo ser útil para ellos porque les aporto mis conocimientos, y al mismo tiempo ellos me transmiten los suyos. Por eso yo abogo por la intergeneracionalidad (cooperación entre diferentes generaciones), pero necesitamos que la sociedad y todo lo relacionado con el audiovisual y la cultura lo apoye".
"La cultura tiene que apostar por actores mayores para contar historias"
Ser un rostro conocido por la mayor parte de la sociedad juega a favor de muchos profesionales, que traspasada la barrera de los 65 años pueden tener menos dificultades que el resto de sus compañeros para encontrar papeles. De hecho, Lazkano asegura que para la industria "estarán muy bien valorados aquellos que han estado siempre en 'una liga un poco alta', es decir, que nunca les ha faltado trabajo, y han ido consiguiendo un trabajo tras otro. Porque esto también pasa: que un director o directora coja gusto por un actor o actriz concreto. Todo está relacionado porque es verdad que una cabeza de cartel da más publicidad, genera más repercusión...", reflexiona.
Sin desmerecer a sus compañeros, la actriz cree que "lo que tenemos que hacer es fomentar que la cultura apueste por los actores mayores para contar historias. Coronado es el ejemplo de un actor de largo recorrido, que han trabajado mucho y han tenido mucha suerte en el mundo audiovisual. Yo, por ejemplo, tampoco me puedo quejar. Llevo 43 años trabajando, y tampoco he parado, pero claro, he 'picoteado' de diferentes ramas. Para mí la docencia ha sido muy importante, he trabajado en teatro, también como actriz y he tenido que aprender a entenderlo", nos comenta.
"En audiovisuales he trabajado menos, y creo que deberíamos valorar el trabajo del actor, no solamente por lo famoso que sea. Mira, hace poco hablando con una compañera que trabaja en producción, me resultó curioso que hablando de uno de sus proyectos, me dijo que para papeles pequeños de reparto, habían preferido contar con rostros conocidos. Hay productoras que deciden apostar por la cara conocida, y otras que sí se atreven a arriesgar. Es complicado, pero creo que a medida que la sociedad vaya valorando más a las personas mayores, todo irá cambiando", opina la actriz.
Lazkano termina la entrevista poniendo en valor el talento propio y el de sus compañeros más maduros: "Yo creo que podemos abordar cualquier tipo de drama, independientemente del proyecto, pero bueno, esto es así. Esto nos pasa más a las mujeres porque hay actores que hacen papeles de protagonista, y por eso todo esto tiene que cambiar. La juventud está muy valorada, y eso al final hace que nos perdamos otras cosas. Afortunadamente, aunque vayamos lentos, estamos cambiando. Lo que pasa es que las arrugas se soportan mal todavía", concluye la actriz.