Cine

'Memorias de un cuerpo que arde' aborda la sexualidad en mayores: "Nunca es tarde para sentir"

María Bonillo

Viernes 21 de febrero de 2025

8 minutos

La directora Antonella Sudasassi cree que hablar de este tema "es aún más importante en esta etapa"

'Memorias de un cuerpo que arde' trata la sexualidad en mayores: "Nunca es tarde para sentir" (Suria Comunicación)
María Bonillo

Viernes 21 de febrero de 2025

8 minutos

Memorias de un cuerpo que arde, la nueva película de la guionista, directora y productora costarricense Antonella Sudasassi Furniss (@antosassi), aborda la sexualidad en las mujeres mayores. Lo hace a través de la voz de una mujer de 65 años, interpretada por la actriz Sol Carballo, que encarna las historias de varias mujeres, de cómo encontraron el significado de la feminidad tras ser educadas en una época donde la sexualidad era un tabú.

"La película surge a partir de un interés de contar historias protagonizadas por mujeres donde se abordan los temas de feminidad y sexualidad", explica la directora costarricense en una entrevista concedida a 65YMÁS

 

'Memorias de un cuerpo que arde' trata la sexualidad en mayores: "Nunca es tarde para sentir"

Antonella Sudasassi Furniss, directora de 'Memorias de un cuerpo que arde'.

 

Coproducida por Playlab Films (España) y Substance Films (Costa Rica), Memorias de un cuerpo que arde cierra un círculo, tras sus anteriores trabajos, El despertar de las hormigas: La niñez y El despertar de las hormigas, estrenada en la Berlinale 2019 y nominada a los Premios Goya. "Es como la conclusión de la trilogía que estaba haciendo abordando la sexualidad y la feminidad en las diferentes etapas de la vida", explica. 

Memorias de un cuerpo que arde surge de una primera conversación que Sudasassi tuvo con su abuela. "Empecé hablando con ella, pero de esa conversación no pude profundizar mucho porque ella ya tenía 93 años y estaba teniendo problemas de memoria, por lo que ya no abordaba tantos detalles de cómo había sido su vida", comenta. Es por ello que recurrió a otras mujeres de su edad, mujeres de entre 70 y 90 años que le contaron "cómo fueron entendiéndose mujeres y cómo fueron descubriendo la sexualidad en las diferentes etapas de la vida". 

"Desde el principio, cuando me empiezan a hablar, me doy cuenta, lo primero, que no lo han hablado nunca con nadie, y segundo, que tienen una urgencia por hablar de estos temas, una necesidad de sacar todo aquello que habían vivido, contarlo y compartirlo. De ahí, de esas conversaciones, nace la película".

 

 

En la película descubrimos varias voces diferentes, entre las que destacan tres, Ana, Patricia y Mayela. Hablar con todas ellas, ha destacado la directora, fue "un proceso interesante", y también "un proceso largo". "Hablé con ellas alrededor de dos o tres años. Fue establecer un vínculo, generar una relación en la que sintieran confianza para contarme aquello que habían vivido. Fue una experiencia muy bonita y enriquecedora". 

Sudasassi asegura que aprendió "muchísimo" de estas conversaciones. "Es una realidad que sospechaba que podía ser así, pero realmente, hasta que no la conoces, no te das cuenta de todo aquello que han vivido. Tanta violencia. Eso me agarró mucho por sorpresa, realmente no me lo esperaba", explica. "Es decir, pensaba que había, pero no hasta qué nivel, y fue fuerte porque eso implicó que también tenía que hacer un esfuerzo por encontrar ese balance en la historia y poder retratarlas en su totalidad. Mujeres que están vivas, que son capaces de sentir de verdad, de querer hacer y deshacer todavía proyectos en su vida a pesar de su edad. Eso es lo más lindo, encontrarse con esas ganas de vivir en la vida adulta. Pero también habían vivido mucho y tal vez aquello que vivieron las formó y las obligó a repensarse a lo largo de su vida". 

Define, así, la película como una "oda a las mujeres creadoras del universo, que nos parieron, que nos cuidaron, que nos invitaron a cuestionar para que hoy las cosas para nosotras sean distintas". 

"Es la conversación que nunca tuve con mis abuelas. Es el grito colectivo de mujeres que, a pesar de los tabúes, se atreven a hablar de sus secretos más íntimos. Al crecer en una sociedad latinoamericana, católica y conservadora, casi todo estaba prohibido. Desde el desconocimiento y el silencio tuvieron que encontrar respuestas sobre sus cuerpos, sobre sus varias y constantes metamorfosis. La menstruación, la virginidad, la maternidad, la menopausia, la vida y la muerte. Entenderse mujeres en un mundo que las limitaba. Hasta que, juntas, gritamos basta. Las mujeres protagonistas de esta película tienen la valentía de hablar, quizás no muestran sus caras, pero sus voces gritan. Para mí, entender la historia de estas mujeres es entender mi lugar en el mundo, cómo y por qué llegamos aquí", añade.

"Sigue existiendo un gran tabú"

Sudasassi considera que "sigue existiendo un gran tabú" con respecto a la sexualidad en las personas mayores, a pesar de que "se ha ido rompiendo poco a poco".

"Sigue habiendo mucho pudor al hablar de estos temas. Creemos que a partir de cierta edad hay una fecha de caducidad, que las personas mayores ya vivieron", critica. En este sentido, Memorias de un cuerpo que arde alza la voz para decir lo contrario. "Esta película lo que hace es decir que existe todavía, que nunca es tarde para vivir, nunca es tarde para sentir, para tener deseo, placer… Para mí es de las cosas más lindas que me llevo de este proceso de hacer la película. El descubrir que, tengas la edad que tengas, puedes vivir tan plena y tan intensamente como quieras".

De hecho, la directora considera que "hablar de sexualidad en esta etapa es aún más importante, porque de verdad que hay que darles el espacio para que puedan sentirla y vivirla plenamente".

Sudasassi hace referencia también a los estándares de belleza actuales, en los que muchas veces parece que no hay cabida para la vejez. "Sobre todo a las mujeres se les establecen ciertos estándares de belleza casi imposibles de cumplir y son todo lo contrario al envejecimiento. Parece que envejecer es contrario a la belleza. Eso es lo que nos enseñan. Las canas, las manchas, las arrugas, todo eso lo tienes que evitar, tienes que ponerte esto, hacerte este tratamiento, esto otro, porque si no, no sos bella", lamenta. 

En este sentido, explica que en la película "para mí era superimportante mostrar ese cuerpo, para dignificarlo, para resignificarlo también, porque qué lindo y qué hermoso es envejecer con dignidad. Qué lindo es abrazar tu cuerpo cambiante, esas cicatrices que te ha dejado la vida, abrazarlas con todo y más bien agradecerlas, porque si llegas a esa edad es porque has vivido mucho". 

Generar diálogo entre generaciones

Memorias de un cuerpo que arde ha recorrido diversos certámenes internacionales y recibido también diferentes galardones, como el Premio del Público en la Sección Panorama de la Berlinale 2024, el Premio otorgado por Radio Exterior en la 50ª edición del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva y los premios del público y de la crítica en Cinélatino (Toulouse). Asimismo, ha estado nominada a los Premios Goya a la Mejor Película Iberoamericana, una experiencia de la que su directora se ha mostrado orgullosa por haber podido representar a su país.

 

'Memorias de un cuerpo que arde', una película que aborda la sexualidad en la tercera edad (Suria Comunicación)

 

"Ha sido un honor", asegura, mostrando un "agradecimiento infinito" porque la película haya sido "acogida con tanto cariño". "Muy pocas veces, cuando estás haciendo la película, piensas en lo que vendrá y más bien cuando viene se agradece con toda el alma", ha señalado.

La película ha llegado a muchos lugares, convirtiéndose en punto de unión, tal y como ha destacado. "Me he dado cuenta de que hay muchísimas cosas que nos acercan, a pesar de las diferencias socioculturales", ha subrayado, destacando la importancia de "reflexionar sobre el papel de la mujer en general en toda la sociedad, independientemente del país".

Memorias de un cuerpo que arde, que se ha convertido en Costa Rica en una de las películas nacionales más taquilleras de la última década, tiene previsto su estreno en España este viernes 21 de febrero, y Sudasassi anima a su visionado porque "es una película que les va a hacer sentir un montón de cosas, van a conmoverse, van a reír y, de vez en cuando, van a enfurecerse. Es como una montaña rusa de emociones". Pero no solo busca entretener, la película también pretende "establecer un diálogo". 

"Como abuela puedes llevar a tu nieta, como nieta puedes llevar a tu abuela y como madre puedes llevar a tu hija, y así generar diálogos y espacios de conversación íntimos, profundos", y es que, tal y como ha resaltado, "puede que a raíz de la película surja esa necesidad de hablar de ciertos temas de los que tal vez no hemos tenido la oportunidad de hablar nunca". 

Sobre el autor:

María Bonillo

María Bonillo

María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.

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