Lidia Lozano
Cine
¿Cómo es la vida en clausura? La película 'Libres' se adentra en 12 monasterios españoles
Muestra la vida y las historias de monjes y monjas de clausura
La película documental 'Libres', estrenada este 21 de abril, se adentra en 12 monasterios de clausura españoles para mostrar la vida y las historias de monjes y monjas de clausura que dejaron atrás su vida familiar y profesional para comenzar una vida contemplativa.
El film -coproducido por primera vez en colaboración por Bosco Films y Variopinto Producciones- trata diversas historias: desde algunos que se casaron y tienen hijos, hasta otros que sentían que su vida profesional no les terminaba de llenar.
Matrimonios, hijos, satanismo, sueños...
Destaca el testimonio de una religiosa que estuvo casada y es madre de varios hijos. Cuenta que un día, haciendo oración, sintió que Dios le decía: "Déjalo todo, vente conmigo". Según dice, sus hijos e hijas siguen sin entender del todo que su madre, la misma que se ponía tacones y se hacía mechas en el pelo, decidiera entrar a un convento.
Otro de los monjes relata cómo, antes de entrar al monasterio, pintaba cuadros y los exponía en galerías de todo el mundo, desde París a Nueva York. Además, en la capital francesa se casó con una cantante de ópera y tuvo una hija, que ya tiene 28 años. Hace 20 se separaron y él se mudó a Toledo, donde se le "abrieron las puertas a los monasterios". Define la conversión como "algo inexplicable, muy potente"; "es cuando sueltas el miedo, un momento de libertad", afirma.
Estos no son los únicos que antes de serlo tenían una vida completamente diferente: un joven que estaba "enganchado a los libros esotéricos, el satanismo y el heavy metal" y que "admiraba a los asesinos en serie"; o una mujer que tenía "sueños" como formar una familia o triunfar en el ámbito profesional, pero a la que le "faltaba algo".
¿Tras una "jubilación dorada"?
Cuenta también su historia una religiosa cuyo entorno no comprendía su decisión de entrar al convento. Su hermano le decía cosas como que "buscaba una jubilación dorada" o que se marchaba allí por el paisaje. "Cuando limpio los baños de la hospedería me acuerdo de mi hermano", bromea. En la cinta interviene el prior del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, que reflexiona sobre las preguntas del sentido de la vida, la muerte y el sufrimiento.
Otra monja cuenta que, al poco tiempo de terminar el noviciado, le detectaron un cáncer agresivo. "Le dije a la madre superiora que me iba porque sería una carga, pero las hermanas fueron una por una a hablar con ella a decirle 'No permitas que se vaya'. Y me dijeron 'Te vamos a acompañar hasta el final'", señala la mujer.
Frente a la sociedad "acelerada", "silencio" y "soledad"
En la película podemos ver, además de su día a día, las reflexiones de los protagonistas sobre la sociedad actual, en la que, según uno de ellos, existe "un gran vacío existencial". Otra comentaba que vivimos en una sociedad "súper acelerada en la que no da tiempo a parar". Así, un monje habla sobre la violencia del mundo, desde las guerras a la violencia machista: "Dios no está en el hombre que ejerce violencia de género, sino en la mujer que lo sufre; Dios está con los que sufren, con los últimos".
Frente a la sociedad "acelerada", los monjes y monjas proponen el "silencio" y la "soledad", y un estilo de vida monástica que definen como "democrático" en el que "todos aprenden de los oficios de los demás" y se "entregan" a la comunidad. Además, uno de ellos señala que no se trata de un silencio sepulcral, sino que es más un "silencio espiritual", que asegura que puede conseguirse incluso "en el metro de Sol de Madrid".
"Somos como la zona verde de las ciudades, que no hacen nada, pero la ciudad se ahogaría si no las hubiese. Te refrescan el alma", asegura una de las religiosas. Otra defiende que no son "un grupo de solteronas", como dijo el Papa. Por último, mandan un mensaje a aquellos que piensan que allí solo viven "locos", y es que aseguran que ellos son "los más felices y libres del mundo".