El cine tiembla, Rambo la vuelve a liar

Vuelve el hombre que no podía encontrar las piernas de su compañero, el héroe que vivía día a día, el soldado maldito capaz de disparar un bazoka, pilotar un helicóptero y cargarse a cientos de enemigos sin que se le cayera la cinta del pelo. Sylvester Stallone se mete de nuevo en la piel de John Rambo en Rambo V: Last Blood.

El título de la nueva y última película juega precisamente con ese baile final del hombre capaz de aniquilar un pequeño ejército mientras esboza frases míticas (algunas sin sentido) por su torcida boca. Y es que el film que aquí conocemos como Acorralado tiene como título original First Blood.

¿A quién dispara ahora el bueno de Rambo?

El segundo personaje más popular en la carrera de Stallone (tras Rocky Balboa) se las verá en esta ocasión con un malvado cartel mexicano. Y todo porque no se les ocurre otra cosa que raptar a su sobrina para una red de trata de blancas. Craso error.

Deberían haber comprobado que la muchacha no tenía como tío al mejor en su trabajo, a un tipo con técnicas de combate que harían palidecer al más pintado. Como bien dice en el tráiler, ellos lo empezaron, pero Rambo lo acabará. Este último apunte no es ningún spoiler de lo que sucederá en la cinta, pues se trata de una máxima en la cinematografía del soldado que tuvo que luchar contra los fantasmas de Vietnam.

Rambo y sus enemigos

Es el conflicto vietnamita, aún presente en el imaginario popular a principios de los 80, el que origina el personaje. En Acorralado, Rambo deambula por Estados Unidos cuando llega a un pueblo donde no es precisamente bienvenido. Después de detenerlo y agredirlo, los policías locales despiertan a la fiera, que termina montando una buena.

El éxito de la película provocó que Rambo volviera a la acción, aunque esta vez iría a su origen: Vietnam. En la segunda parte de sus aventuras lo sacan de la cárcel para que acuda a este país a comprobar si aún hay americanos encarcelados. No solo los encuentra, sino que además los rescata, aniquilando toda vida de malvados vietnamitas a su paso.

Retirado de sus artes bélicas, Rambo se encuentra con la tercera de sus aventuras mientras trabaja en un templo budista. El gobierno le solicita su pericia asesina para colaborar con los talibanes afganos en su guerra contra los soviéticos. Rambo les tendrá que ayudar suministrándoles armas y cohetes (quién le iba a decir que después se convertirían en el gran enemigo).

Finalmente, 20 años después se filmaría la última de sus correrías (hasta esta quinta entrega). En ella, después de guiar a unos evangelizadores por Birmania se entera de que el batallón de los violadores del régimen militar que domina la zona se ha hecho con ellos. Una vez más, los malos de la función se vuelven a equivocar en su objetivo pues se las tendrán que ver con John Rambo.