Marco Herrera
Cine
Vuelve a la cartelera la incansable Juliette Binoche con 'High Life'
Marco Herrera
Viernes 8 de febrero de 2019
ACTUALIZADO : Jueves 21 de febrero de 2019 a las 20:33 H
2 minutos
La actriz francesa regresa a los cines con un género poco habitual para ella: la ciencia ficción
Juliette Binoche regresa a la gran pantalla a sus 54 años, protagonizando el thriller de ciencia ficción High Life (2018). Le acompaña Robert Pattinson en el reparto principal y la también francesa Claire Denis en la dirección. High Life es la historia de Monte (Pattinson) y su hija Willow, padre e hija que conviven en el espacio profundo. Monte es un convicto que fue obligado a inseminar a Boyse, una joven que dio a luz a su hija, por la que empieza por primera vez en su vida a sentir sentimientos de amor y protección.
A su vez, el film narra la historia de un grupo de presos condenados a muerte, encarcelados por delitos apenas descritos, a los que se les ha ofrecido la conmutación y la posibilidad de redimirse si van a cumplir la misión de investigar el "Proceso de Penrose", una teoría del mundo real propuesta por el físico Roger Penrose. La energía podría extraerse de una región cercana a un agujero negro, pero hay un capitán a bordo (Lars Eidinger) y la verdadera autoridad de la nave, la Dr. Dibs (Juliette Binoche, luciendo una larga trenza) de aspecto sombrío. Es Dibs quien obliga a los hombres de la misión a inseminar a jóvenes con la intención de crear vida en ese espacio lejano.
Misión suicida
Pero el aislamiento y una conciencia creciente de la naturaleza suicida de la misión, así como una presunta predisposición a la violencia, acaban creando un ambiente de desesperación y amenaza entre la tripulación. El film llega a reflejar momentos muy violentos, como sangre y violaciones, intercalados con otros de absoluta paz, sobre todo en los que Monte va encontrando el amor gracias a su hija.
La visión del futuro que traslada la película es pesimista, con entornos pobres y poco cuidados. High Life, como si se hiciera eco de los movimientos actuales sobre el #MeToo, parece querer plasmar la violencia de hombres hacia mujeres en las relaciones de ambos. Con esto, el film aumenta la sensación de un futuro vacío, en el que la humanidad está completamente deshumanizada y además expuesta a un duro régimen marcado por límites biológicos y físicos.