65ymás
En ocasiones, para entenderse con otra persona no hace falta ni hablar el mismo idioma. Sin establecer el mismo paralelismo incluso muchas veces podemos llegar a entender a nuestra mascota y eso que se trata de un animal. Así, hay comportamientos corporales, ciertos sonidos o incluso olores que proyectan nuestros animales de compañía y gracias a los cuales podemos saber su estado de ánimo o qué necesitan de nosotros en cada momento.
De este modo, si tenemos un gato podemos reconocer sus intenciones si observamos con detalle ese lenguaje corporal y oral, principalmente, como apuntan desde la clínica veterinaria Dogo. Ahora más que nunca, aprovecha para enterder las señaes que te manda ya que pasaréis muchas horas juntos debido al confinamiento.
Un gato tranquilo y feliz
Despreocupado. Quizá sea una de las palabras que mejor definen a un gato en su quehacer diario de dormir, sobre todo, comer y hacer sus necesidades; con ciertos momentos de juego o "caza". Así, salvo episodios puntuales, lo normal es que nuestra mascota viva una vida plácida y tranquila que se demuestra en un lenguaje muy claro.
Por lo tanto, cuando vemos que está dormitando acurrucado como una bola y tiene las orejas y hasta los bigotes sin signos de tensión, nos quiere decir que está relajado. Incluso si nos acercamos a acariciarlo nada perturbará su paz y puede que nos responda con su característico ronroneo.
Ruidos o sonidos que emite un gato y que son un claro síntoma de su estado de ánimo. Está feliz y tranquilo cuando ronronea, si escupe o gruñe puede que sienta miedo en ese momento, mientras que si da muestras de un bufido es que está algo contrariado.
Y es que el enfado y el miedo son dos sentimientos que son muy claros de apreciar en el lenguaje de los gatos, sobre todo a nivel corporal. Así, si está molesto por algo notaremos cómo permanece en posición rígida, con las orejas tensas y con una mirada que te desafía.. Por el contrario, si se encuentra en una situación que le asusta, observaremos cómo nuestro felino abre de tal manera sus ojos que sus pupilas están completamente dilatadas.
En busca de mimos y atención
No es del todo cierto esa creencia popular que dice que todos los gatos son ariscos y muy independientes. En ocasiones, sobre todo los que viven en un ámbito doméstico y apenas pisan la calle cuando los llevamos al veterinario, suelen mostrar su afecto con sus dueños por medio de evidentes muestras de su particular comunicación.
Así, si quieren llamar nuestra atención para que les acariciemos un poco bastará con empujarnos suavemente con su cabeza hasta conseguir lo que se proponen. Incluso son agradecidos: un par de lametones en nuestra mejilla.