Ruta para descubrir los desfiladeros más bonitos de España

La acción de los ríos a lo largo de miles de años nos deja unos paisajes espectaculares. Recorremos algunos de los desfiladeros más bonitos de nuestro país, muchos de ellos se pueden recorrer a pie en rutas senderistas, que nos permiten disfrutar de la naturaleza en estado puro.

Desfiladero de la Hermida, Cantabria

En el límite de los Picos de Europa, nos encontramos con el escarpado desfiladero de la Hermida, de 21 kilómetros de largo, el más largo de la Península ibérica. El río Deva discurre entre paredes de roca que pueden alcanzar los 600 metros. Y, junto al río, la sinuosa carretera que comunica el Cantábrico con Potes, en pleno valle de Liébana. Desde sus miradores se puede apreciar la espectacularidad de este desfiladero.

Ruta del Cares, entre León y Asturias

La ruta o senda del Cares está dentro del Parque Nacional de los Picos de Europa y es la ruta más concurrida de toda la cordillera Cantábrica. Forma parte de la antigua travesía que unía, siguiendo el profundo desfiladero que el corto río Cares ha tallado en el macizo, dos pequeños y remotos pueblos de montaña, el leonés de Posada de Valdeón y el asturiano de Poncebos. La ruta puede abordarse desde ambos extremos. En el puente de Poncebos, inicio de la ruta, también está el aparcamiento y acceso al funicular de Bulnes, inaugurado en 2001.

Desfiladero de los Gaitanes, Málaga

El desfiladero de los Gaitanes es un cañón excavado por el río Guadalhorce en la provincia de Málaga, que, en los tramos más angostos, tan solo tiene 10 metros de anchura y alcanza más de 400 metros de altura. Y es famoso por el Caminito del Rey. La construcción de un canal de agua desde los embalses del norte hasta El Chorro, para aprovechar aquí el desnivel en una central hidroeléctrica, llevó aparejado un camino de mantenimiento para el canal, conocido como "Los balconcillos" y posteriormente como Caminito del Rey. Este camino de más de 3 kilómetros tiene una parte vertiginosa, de barras de acero y plataformas de hormigón clavadas en la pared vertical y un puente sobre el canal de agua.

Foz de Lumbier, Navarra

En el corazón de Navarra nos encontramos con una estrecha garganta, hogar de aves rapaces y excavada con precisión por el curso del famoso río Irati. Y para disfrutar de estos paisajes, lo mejor es hacer la ruta de senderismo por la Foz de Lumbier, que nos lleva a descubrir un alto y estrecho desfiladero excavado por las aguas del río Irati y situado junto a la monumental Comarca de Sangüesa. Entre túnel y túnel, el visitante queda impresionado por las altas paredes de roca caliza y las aguas cristalinas del río y las pozas.

Desfiladero del río Borosa, Jaén

Es la ruta más popular de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas y lleva al nacimiento de este río. Los 22 kilómetros de ida y vuelta de su recorrido íntegro lo dejamos a senderistas profesionales. Sin embargo, la primera parte del recorrido, y la más interesante, supone poco más de ocho kilómetros y es bastante accesible. Es la Ruta del río Borosa hasta la Cerrada de Elías. A través de una pista forestal, alguna pasarela de madera y el Puente de los Caracolillos, vamos remontando el curso del río Borosa, disfrutando de sus aguas cristalinas.

Desfiladero de la Yecla, Burgos

El nombre completo es desfiladero La Yecla y los Sabinares del Arlanza y constituye uno de los parajes más atractivos de la provincia de Burgos. Este parque natural se encuentra en la vertiente suroeste de la Sierra de la Demanda. Discurre muy cerca de Santo Domingo de Silos, donde las aguas del Arroyo El Cauce han ido horadando durante millones de años una estrecha y profunda garganta, un tajo natural, profundo y estrecho. Un rincón de impresionante belleza natural que se puede recorrer gracias a una serie de puentes y pasarelas colgantes.

Desfiladero de Mont-Rebei, entre Huesca y Lleida

Espectacular paisaje que hace de frontera entre Cataluña y Aragón. La parte más estrecha es por la que discurre el río Noguera Ribagorzana, que constituye la frontera natural entre Aragón y Cataluña, que atraviesa la sierra del Montsec, con paredes en caída vertical de más de 500 metros y una anchura en su punto mínimo de 20 metros.

El desfiladero de Mont-Rebei, que ocupa una extensión de 600 hectáreas, constituye uno de los espacios naturales más singulares del Prepirineo por si gran biodiversidad, además de ser el único gran desfiladero libre de infraestructuras.