Estos rincones preciosos del Valle de Arán te enamorarán

El saludable clima de montaña, un entorno limpio y descongestionado, aguas termales medicinales, amplia oferta de actividades y terapias naturales, rutas de senderismo suave, productos de proximidad... hacen del Valle de Arán un enclave ideal para los que buscan un turismo de puro bienestar para restablecerse, ponerse en forma o, simplemente, un espacio para la meditación y la relajación.

En este valle atlántico de nuestros Pirineos brotan manantiales de aguas sulfurosas ricas en minerales a más de 30 grados, auténticas curas de salud para cuerpo y mente a través de diferentes circuitos termales donde, además de eliminar toxinas, se disfrutan de espectaculares vistas desde lo más alto de nuestras montañas.

Efectivamente, en Vielha, que es la capital del Valle de Arán, y en otros pequeños pueblos que se extienden a lo largo del valle y por las laderas de las montañas que lo circundan, todos los edificios conservan las característica arquitectura aranesa, es decir, fachadas de piedra vista, ventanas y puertas de madera y tejados de pizarra. De esta forma los pueblos del Valle de Arán configuran unos conjuntos arquitectónicos con gran encanto, el cual también está propiciado por la presencia de pequeñas iglesias románicas que muestran una arquitectura autóctona. Estos son mis lugares preferidos:

Vielha

 

Vielha es la capital del Valle de Arán, donde residen unos 5.000 habitantes, la mitad de la población de todo el valle. Además de visitar la iglesia de San Miguel, la cual se remonta al siglo XII, te recomiendo pasear por las calles que discurren junto al río. Son una maravilla.

Arties

 

En Arties, además de la bonita arquitectura rural de todos sus edificios, tienes la iglesia de Santa María de Arties, la cual hace siglos estaba rodeada por un recinto amurallado del cual aún puedes ver los restos de algún lienzo.

Salardú

 

Pero si de iglesia se trata, quizás la más destacada la tienes en el cercano pueblo de Salardú. La iglesia de San Andrés, con tres naves y una gran torre campanario, impone desde que la divisas. Además, sus ábsides interiores muestran unas pinturas tardogóticas que se recuperaron recientemente y que son una delicia.

Bagergue

 

Enfilando el ascenso hacia Baqueira encuentras Bagergue, por cuyas estrechas calles merece la pena perderse apreciando la característica arquitectura rural. En Bagergue también puedes visitar el pequeño museo etnográfico Eth Curra, una iniciativa privada de Felipe Moga, quien en 1959 fuera campeón de España de esquí. En dicho museo se conserva una amplia colección de objetos, enseres y herramientas utilizadas en el pasado en el Valle de Arán.

Bossòst

Más allá de su actividad comercial, Bossòst acoge un magnífico ejemplar de arquitectura románica aranesa, la Iglesia dera Mair de Diu dera Purificacion. Fidedigno documento visual de la arquitectura románica del siglo XII, esta bella iglesia parroquial es un perfecto compendio de las principales características de este arte. Merece también la pena visitar las siete capillas también románicas que rodean el pueblo y que según la leyenda sus habitantes las construyeron en el siglo XIX para protegerse de la peste. Destacan las de Sant Cerat, Sant Joan Crisòstom, Soala Casteràs, la Pietat y la de Sant Antoni, a la que cada mes de junio los vecinos llevan a cabo una romería.