Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
… saber más sobre el autorLas obras de arte no solo están en los museos y no siempre se pueden trasladar. Es lo que ocurre con los frescos, obras de arte que se plasmaron en paredes y techos. En todo el mundo hay auténticas maravillas decorando iglesias, monasterios, palacios o cuevas que merecen una visita. Aquí os dejamos nuestra selección de algunos de los frescos más impresionantes del mundo.
La Capilla Sixtina es una capilla del Palacio Apostólico de la Ciudad del Vaticano, la residencia oficial del papa. Se trata de la estancia más conocida del conjunto palaciego. toma su nombre del papa Sixto IV, que ordenó su restauración entre 1477 y 1480. Actualmente es la sede del cónclave, la reunión en la que los cardenales electores eligen a un nuevo papa.
La fama de la Capilla Sixtina se debe especialmente a las pinturas de la bóveda y el testero, con El Juicio Final, ambas obras de Miguel Ángel. Más de cinco siglos después, estos frescos siguen atrayendo a multitud de visitantes a la capilla, y son considerados una de las obras cumbre de la historia de la pintura
Conocida como la Capilla Sixtina del Paleolítico, las pinturas de las cuevas de Altamira son consideradas la primera expresión artística del hombre. Las pinturas y grabados de la cueva pertenecen a los periodos Magdaleniense y Solutrense, principalmente y, algunos otros al Gravetiense y al comienzo del Auriñaciense. De esta forma, se puede asegurar que la cueva fue utilizada durante varios periodos, sumando alrededor de 22.000 años de ocupación dentro del Paleolítico Superior, desde hace unos 35.600 hasta hace 13.000 años, cuando la entrada principal de la cueva quedó sellada por un derrumbe.
Este monasterio fue fundado en el siglo X por San Juan de Rila, conocido como Iván Rilski, un ermitaño canonizado por la Iglesia Ortodoxa. El templo está en las Montañas Rila, en el profundo valle del río Rilski, en la parte occidental de Bulgaria. Se trata de uno de los atractivos turísticos del país y parte se debe a los maravillosos frescos del pórtico exterior de la iglesia. Estos frescos del monasterio de Rila data del siglo XIX son de lo más fotografiado del monasterio. No hay un solo centímetro sin pintar, el pórtico está lleno de escenas de colores vivos. No sabrás donde poner tus ojos.
Una fortaleza de piedra en el corazón de la jungla de Sri Lanka. Fue impulsado como fortaleza a finales del siglo V. Además de la impresionante entrada, una de sus sorpresas la encontramos a medio camino de la exigente subida. Se trata de unas pinturas rupestres protegidas del sol por unos toldos. Hay más de veinte figuras, aunque se cree que hubo cientos, representando ninfas celestiales o concubinas. Son bellas mujeres ricamente adornadas con joyas.
Si el exterior de la cúpula de la catedral de Santa María del Fiore de Florencia es maravillosa, por dentro no se queda atrás. Los trabajos comenzaron un siglo después de la conclusión de las obras de albañilería. El gran duque Cosme I de Médici eligió el tema del Juicio Final para decorar la enorme cúpula y encargó la tarea a Giorgio Vasari, con la colaboración de Vincenzo Borghini para la elección del tema iconográfico. A la muerte de Vasari le sucedió Federico Zuccari, que en pocos años llevó a término con pintura al temple el inmenso ciclo figurativo, uno de los mayores del mundo en superficie, y una de las obras maestras del manierismo donde podemos ver más de 700 figuras.
El mural de Diego Rivera es una de sus obras más monumentales. Se puede ver en la escalera del Palacio Nacional de México, ocupando todos los muros de dicha escalera. Su ejecución inició en el año 1929 y culminó en 1935. La sección de la derecha representa a la historia prehispánica de México; la sección central representa el proceso de conquista y colonización, mientras que la tercera sección representa la formulación del ideario marxista de inicio del siglo XX.
Foto: katiebordner