Aprende a hacer gazpacho de sandía con esta sencilla receta

Bien porque eres un amante de las cremas frías cuando llega el verano, porque no te gusta el sabor fuerte del gazpacho tradicional y prefieres algo más suave, o simplemente porque tienes una sandía en la nevera a punto de estropearse, el gazpacho de sandía puede ser una opción perfecta.

El gazpacho de sandía es una receta saludable, cargada de vitaminas y propiedades, además de ser muy fresca y apetecible para el verano. Además, es muy sencilla y fácil de hacer, pues su elaboración tan solo nos llevará unos 15 minutos de tiempo.

Para un gazpacho de sandía para unas 4 personas, necesitaremos:

• 250 gr. de sandía pelada y sin pepitas
• 250 gr. de tomate maduro
• 1 pimiento verde italiano
• 1 diente de ajo
• 100 gr. de pan duro
• Un poco de vinagre
• Aceite, agua y sal

Primer paso

Lo primero que haremos será lavar muy bien los tomates a los que cortaremos cualquier resto de rama u hoja verde que pueda tener, así como la parte dura del centro.

Respecto al pimiento, también lo lavaremos y le quitaremos la cabeza y las semillas del interior.

A continuación, cortamos todo en trozos y lo metemos en el vaso de la batidora.

El siguiente paso consiste en pelar el diente de ajo, al cual retiraremos el germen del centro para facilitar la digestión, y lo echaremos también en el vaso.

El último paso de esta primera parte consiste en triturar todos estos ingredientes hasta obtener una masa homogénea.

Segundo paso

Cortamos en trozos el pan y lo colocamos en un cuenco con agua fría para hasta que se ponga blando (unos 10 minutos aproximadamente). Pasado ese tiempo, lo escurriremos bien y lo echaremos en el vaso de la batidora junto con la sandía cortada en trozos y el vinagre (15 ml.).

Lo trituraremos todo de nuevo.

Tercer paso

Es el momento de añadir la sal según nuestro gusto. A continuación, añadiremos el aceite (30 ml.) y trituraremos a máxima potencia durante 5 minutos para que la mezcla adquiera una textura cremosa y perfecta.

Finalmente, añadiremos más agua en el caso de que nos guste más líquido.

Para una textura perfecta, recomendamos tamizarlo, pasándolo por un colador fino. De ese modo, además de mejorar su textura, acabaremos con cualquier resto de piel, pipitas, etc.

Lo dejaremos enfriar y lo tendremos listo para servir y disfrutar.