La cocina de autor asalta las barras españolas convirtiéndolas en barras gastronómicas de alto nivel
Lunes 1 de abril de 2019
5 minutos
Aunque en esto de apoyar el codo en la barra los españoles ya tenemos muchos años de escuela, tendrían que venir de fuera para descubrirnos las grandes posibilidades de aunar la alta cocina y el formato del consumo en barra. Sería el francés Joël Robuchon quien, inspirado en nuestras barras, se decidiera a popularizar y extender el modelo por todo el mundo con sus famosos L’atelier. Comer sentado frente a una cocina abierta y a un equipo de cocineros que elaboran y sirven al mismo tiempo sus creaciones de alta cocina.
La cocina de autor llegaba así a la barra y a Robuchon le seguirían otros grandes cocineros del mundo. España, sorprendentemente, fue un poco a la zaga pero finalmente el modelo llegó y triunfó. Ahora, por fin, tenemos grandes ejemplos de barras españolas donde disfrutar de un servicio exquisito y de una cocina de muy alto nivel.
Streetxo (Madrid)
El modelo de Streetxo en Madrid le ha dado muchas satisfacciones a David Muñoz; tantas, que a finales de 2016 decidió replicar el mismo formato en Londres. El local de Madrid fue traspasado de su espacio inicial en El Corte Inglés de Callao al de Serrano, donde hoy por hoy es imposible comer sin tener que hacer una hora de cola. También cuenta con varias mesas, pero te recomendamos que, si puedes, elijas la barra para que veas el ritmo frenético de su cocina en plena acción.
99KO (Madrid)
El último restaurante del Grupo Bambú (99 Shushi Bar) tuvo claro desde el primer día lo que quería ser: una barra muy exclusiva de shushi con un servicio impecable y con capacidad limitada para 16 personas. Una vez sentado en sus comodísimos taburetes, verás en directo el elegante trabajo de las manos de David Araúz manipulando los nigiris y el resto de platos del menú que hayas elegido.
A’Barra (Madrid)
El proyecto de Jamones Joselito y La Catedral de Navarra no ha parado de recibir alegrías desde que abriera en Madrid. En muy poco tiempo ha conseguido dos Soles Repsol y una Estrella Michelin que reconocen la alta calidad de su cocina.
Además de su clásico salón dirigido por Jorge Dávila, tienen una gran barra gastronómica donde descubrir sus creativos platos a través de dos menús degustación: uno más corto de 65 euros y el más largo de 12 pasos de 110 euros.
Dos Palillos (Barcelona)
El Dos Palillos lleva ya 10 años recibiendo las caricias de la crítica gastronómica catalana. Desde su única barra, el cocinero Albert Raurich y todo su equipo hacen una de las cocinas fusión con referencias asiáticas más interesantes de Barcelona. Una cocina con buen producto, con técnica y de mucho disfrute.
Kiro Sushi (Logroño)
Después de conseguir su primera estrella Michelin la demanda para que Félix Jiménez te dé de comer se ha duplicado. Es necesario planear la visita con meses de antelación, ya que su barra con capacidad solo para 10 comensales no lo pone nada fácil. La experiencia de ver como Félix prepara todos los platos de su menú japonés tradicional en un ambiente tan íntimo es única.
Mina (Bilbao)
Sus seis mesas y su barra para ocho comensales comparten la misma propuesta gastronómica en forma de menú degustación, que cada día va cambiando según el producto que traiga el mercado. No hay trampas, todo queda a la vista en Mina. Su gran cocina abierta y las fantásticas vistas a la ría de Bilbao intentarán despistarte de lo verdaderamente importante: los buenísimos platos de Álvaro Garrido y todo su equipo.