¿Sabías que el café es el ingrediente principal de deliciosas recetas? (Y no solo postres)

Nuestro inseparable amigo por las mañanas, sobre todo si hemos pasado una mala noche. Pero igual no sabías que este fruto puede servir para elaborar sorprendentes y deliciosas recetas. Y no solo dulces. Así, te contamos algunas ideas para incorporar este ingrediente a tu recetario habitual. 

Costillas de cerdo al café

La bebida más consumida del mundo, después del agua, no solo se usa en la cocina para elaborar postres. Y prueba de ello es este estupendo ejemplo de segundo plato de costillas de cerdo al café. Así, para hacerlo necesitarás:

• Costillas para unas 4 personas.
• Un par de cucharadas de vinagre y lo mismo de azúcar moreno.
• Un diente de ajo muy picado.
• Media taza de café liofilizado diente de ajo picado finamente.
• Una cucharada de harina de trigo.
• Sal y pimienta al gusto. 

Comenzamos mezclando en un tazón el café con el vinagre, el ajo picado, el azúcar y la pimienta. Con dicha mezcla dejaremos marinar las costillas durante un par de horas. A continuación, las pasamos un poco por la sartén para sellarlas ligeramente, las sacamos y las reservamos. En ese aceite que hemos dejado en la sartén incorporamos la harina y volvemos a meter las costillas para que se hagan a fuego medio durante unos 20 minutos. 

Servir caliente con una fresca ensalada de tomate y cebolla morada. ​

Tiramisú

Uno de los postres por excelencia de la cocina italiana y principal exponente de las recetas elaboradas con café. Hoy os damos la receta del auténtico tiramisú que se hace en Italia. Necesitarás lo siguiente para 4 personas: 

• 200 gramos de queso-crema mascarpone.
• 3 huevos.
• 80 gramos de azúcar en polvo.
• 150 gramos de bizcochos de soletilla.
• Un par de cucharadas de licor Amaretto.
• 50 gramos de cacao en polvo.
• 100 gramos de café fuerte.
• Un poco de sal.

Preparamos de forma previa la crema sabayón con yemas, azúcar y licor Amaretto. Todo batido al baño maría hasta que queda con una textura cremosa. A continuación, se bate el queso hasta que sea cremoso y mezclamos con esa crema previa. Montamos las claras al punto de nieve, le ponemos un pellizco de sal y vamos batiéndolas y añadiendo el azúcar. ​

Añadimos las claras montadas a la crema anterior que ya teníamos y empezamos la presentación final: una capa de bizcochos mojados en ese café como base inferior, una de crema, otra de bizcochos, otra de crema... El toque final lo da el cacao espolvoreado por encima de la última capa de crema y listo. ¡Feliz dulce tentación!