El queso es uno de los alimentos estrella de múltiples platos. Se puede usar como ingrediente en ensaladas, gratinados, arroces, sándwiches… pero también como alimento principal, por ejemplo, en una tabla de quesos.
Es ahí donde la gran variedad de quesos destaca por su textura, aroma y sabor, pero también por la forma en la que la presentamos. Si bien ya hemos hablado en alguna ocasión de cómo preparar una tabla de quesos, también es importante saber cómo hay que cortar cada tipo, independientemente de cómo se vaya a degustar y es, que al igual que la carne y el jamón, cortar queso para que luzca mejor y el comensal pueda apreciar toda su textura y sabor, tiene su intríngulis.
Como norma general, hay que cortarlo de manera que los cortes que se vayan a comer tengan parte del centro y del exterior del queso, pues el sabor y textura cambia.
Te explicamos cómo cortar queso de manera fácil para que degustarlo sea toda una experiencia.
Elegir los cuchillos
Lo primero será conocer qué cuchillo necesita cada queso según sus texturas y para así poder realizar cortes limpios. Los principales cuchillos para queso son:
Cuchillo de hoja perforada: Es muy versátil y puede usarse para casi todos los quesos, pero está especialmente indicado para los blandos, cremosos o semiduros como el brie, camembert y queso azul, ya que la hoja perforada hace que no se queden pegados a ella.
Cuchillo de lira o de alambre: Se usa para los quesos blandos o te textura frágil evitando que de rompan en cachitos. Indicado para el queso fresco, azul y el camembert, por ejemplo.
Cuchillo de doble mango: este cuchillo se utiliza para los quesos duros o semiduros. Permite agarrar el cuchillo con las dos manos y hacer fuerza en un corte firme.
Punzón: Este es especial para quesos muy curados como el parmesano o Grana Padano que, por su textura, no permiten hacer cortes regulares. Con el punzón se consigue desgarrar pequeños trozos irregulares.
El corte
A la hora de cortar el queso correctamente será necesario tener en cuenta la forma y la textura y luego elegir el cuchillo. El corte será diferente según el tipo de queso:
Quesos redondos grandes: Un conté se puede partir en una loncha grande para luego realizar bastoncillos de un centímetro de grosor. Si son de textura cremosa, por ejemplo el brie, se cortarán en trozos grandes en forma de cuña y posteriormente en triángulos todos del mismo tamaño, o en tiras largas para partirlas por la mitad.
Quesos redondos, duros o semiduros: Una pieza entera, por ejemplo un manchego o uno de cabra curado, se partirá por la mitad, seguidamente se realizarán cuñas que se cortarán en triángulos iguales en cortes transversales, desde el centro hasta el borde, de extremo a extremo de la corteza, en lonchas de 5 a 10 milímetros de grosor.
Quesos redondos, planos o pequeños: En el caso del camembert y otros quesos pequeños artesanales de consistencia cremosa y frescos se realizará el corte como si de una tarta se tratara, en porciones iguales, desde el centro hasta el borde.
Quesos cilíndricos: Por ejemplo el rulo de cabra, se hará en rodajitas de uno o dos centímetros.
Quesos cuadrados: El emmental, que es un queso muy grande y que normalmente se adquiere en un trozo cuadrado, se puede cortar en rectángulos y luego a dados. Si es una queso de barra, el de los sándwiches, solo hay que hacer lonchas siguiendo la forma del queso.
Quesos de formas especiales: El queso de bola se corta a cuartos y luego se realizan lonchas que mantienen la forma de medialuna. El queso de tetilla se partirá a cuartos y se realizarán lonchas para mantener también la forma del queso o bien en triángulos. Si hablamos del Tete de Moine, será necesario un girolle, un aparato con el que se obtendrán virutas en forma de flor, generalmente las preparan en las quesería. La torta del Casar, un queso extremadamente cremoso, simplemente necesitará un corte transversal en la parte superior como si se abriera una tapa.
Sobre el autor:
Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.