Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
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Martes 17 de mayo de 2022
ACTUALIZADO : Martes 17 de mayo de 2022 a las 15:57 H
3 minutos
Has comprado varios trozos de queso, llegas a casa y te preguntas cuál es la mejor forma de guardarlo en la nevera. Pues sigue leyendo porque te vamos a contar cómo debes envolverlo para que se conserve correctamente.
El queso vendrá envuelto de distinta manera si lo hemos comprado en el lineal del supermercado, en el mercado o en una tienda especializada. Si lo hemos comprado en el supermercado, vendrá envuelto en plástico y, seguramente, en una bandeja de blanca de porex. Muchas veces, al guardar el queso en la nevera, lo dejamos en ese mismo plástico y es un error porque el plástico no es el mejor método de conservación del queso.
Sin embargo, si la compra la hemos realizado en el mercado o en una tienda especializada, seguramente nos han dado nuestra cuña de queso envuelta en papel encerado o parafinado. Es la mejor forma de conservar el queso en nuestra casa: podemos desenvolver el queso, cortar lo que vayamos a comer y volver a envolverlo en ese papel y guardarlo en la nevera. Y lo podemos usar hasta que lo terminemos.
Si en casa no tenemos ese papel, podemos usar el papel vegetal o sulfurizado que empleamos para hornear. Aunque, si lo que nos preocupa es generar más residuos de papel, hay envoltorios reutilizables de algodón encerado para envolver alimentos y que suponen una gran opción para conservar el queso en la nevera.
Otra opción, especialmente para quesos duros y curados, es poner el queso en un plato y cubrirlo por completo con un paño de algodón un poco humedecido. De esta forma, el paño absorberá la humedad del queso y así alargarás su vida.
Y, un utensilio que nos puede ayudar a mantener el queso en perfectas condiciones dentro de la nevera es una quesera. En el mercado hay multitud de queseras de distintos tamaños y materiales y cualquier de ellas nos puede ayudar a conservar el queso en casa y que no pierda parte de su aroma o de su sabor.
Lo que no es recomendable es dejar el queso sin envolver dentro de la nevera. No hay que olvidar que se trata de un alimento rico en grasas y es muy susceptible de absorber los olores de la nevera.