El de leche merengada es uno de los sabores más tradicionales en las heladerías artesanas de toda España, para tomar un cucurucho con una bola de helado. Sin embargo, la leche merengada es una bebida tradicional de la gastronomía española. Aunque hoy, como bebida casera ha pasado un poco de moda, y eso que este postre tradicional, y una bebida tan refrescante, ha deleitado a generaciones de niños.
Se trata de una bebida con textura granizada, elaborada con leche infusionada en limón y canela, claras de huevo y un poco de azúcar. Recuperamos la receta tradicional de la leche merengada.
En primer lugar, para hacer esta rica leche merengada, saca la cáscara del limón con mucho cuidado de tomar solo la parte amarilla, donde se concentran los aceites esenciales y el aroma cítrico del limón. Evita coger nada de parte blanca, que resulta amarga.
Acerca un cazo al fuego con la leche. Incorpora la piel del limón y la canela en rama partida en dos o tres trozos. En cuanto esté a punto de hervir, retira del fuego y deja enfriar para que infusione y vaya tomando los sabores y aromas a limón y canela.
Cuando esté atemperada, métela en el frigorífico para que se termine de enfriar.
Cuando la leche esté completamente fría, cuélala y pásala a un bol amplió (o al vaso de la batidora). Cúbrelo con plástico film y mételo en el congelador. Cuando cristalice, tritura con la batidora y vuelve a meter la leche en el congelador. Repite la operación por lo menos dos veces más en intervalos de hora y media, es decir, saca la leche del congelador, tritura y vuelve a meterla.
El proceso de congelado y batido es un poco tedioso, pero imprescindible para conseguir ese resultado tipo sorbete tan delicioso y característico de esta bebida.
Monta las claras a punto de nieve hasta obtener picos duros, agregar el azúcar y sigue montando hasta que el merengue resultante tenga textura suficiente como para no caerse si diéramos la vuelta al recipiente. El merengue debe tener un aspecto firme y brillante. Si las claras están del tiempo, será más sencillo montarlas y cojan el cuerpo necesario.
Mezcla la leche granizada y el merengue con suavidad para que no se pierda demasiado aire y servir inmediatamente.
Sirve esta leche merengada en un vaso o en una copa y espolvorea por encima con un poco de canela molida al gusto.
Hacer leche merengada es muy fácil. Su receta tiene muy poco misterio y trabajo, más allá de la paciencia que debemos tener a la hora de congelar y batir la leche. Su elaboración es tan sencilla, que admite pocas variaciones, aunque se puede innovar algo con los aromas con los que se infusiona la leche. Por ejemplo, desde el Comidista, nos sugieren probar con clavo y naranja o con cardamomo y jengibre. También aseguran que se puede añadir un chorrito de licor o café o hacer una versión más chocolatera con vainilla y cacao en polvo espolvoreado por encima.
