La cochinita pibil es típica de la cocina de Yucatán, al sur del México, pero al norte de la península de Yucatán… aunque cada vez son más populares en todo el mundo… y muy pronto también en tu casa. No es nada difícil de preparar. Tan solo tendrá que tener un poco de paciencia, puesto que requiere que la carne marine durante toda una noche y que el asado se alargue durante casi tres horas. Pero merece la pena. La cebolla se marina originalmente con chile habanero, aunque te proponemos sustiturlo por chile rojo y verde, más fácil de encontrar aquí. Ahora bien, lo que es imprescindible es la pasta de achiote, puesto que en su sabor esta la verdadera esencia de esta receta. Se puede encontrar fácilmente en comercios latinos o a través de Internet.
Ingredientes:
Para la cebolla marinada:
Para acompañar:
Pela los ajos, pártelos en varios trozos y ponlos en el vaso de la batidora. Añade las especias, esto es, la pimienta negra, la canela en polvo, el comino en semillas y la hoja de laurel, partida en dos o tres trozos.
Exprime las naranjas y el limón y añade el zumo al vaso de la batidora. Y añade también el vinagre de vino blanco. Por último, pon la sal y añade la pasta de achiote.
Tritura conjunto hasta obtener una mezcla homogénea, con textura de pasta.
Corta la carne en trozos o cubos de unos cuatro centímetros.
Pon la carne en un bol, cubre con la marinada y mueve bien para que toda la carne se impregne perfectamente. Cubre con film y lleva a la nevera, donde pasará todo la noche marinando.
Por otro lado, vamos a preparar la cebolla, que también dejaremos marinando toda la noche.
Pela la cebolla morada y pícala en juliana fina. Pica también el chile verde y el chile rojo (solo la carne, retirando las semillas).
Por otro lado, exprime la naranja y la lima.
Mezcla en un bol todos los ingredientes y pon a punto de sal. Mueve bien, cubre con film y llévalo también a la nevera.
Ya al día siguiente, cubre con papel de aluminio el fondo de una fuente, dejando una buena cantidad para cubrir después también la superficie. Vierte la carne junto toda su marinada y extiende bien en la fuente. Coloca unos daditos de manteca de cerdo por encima y cubre con el papel de aluminio. Asegúrate de cerrar bien todos los lados, para que no se escapen los jugos durante la cocción.
Mete en el horno, que ya debe estar caliente, a 180°C y asa lentamente durante 2 horas y media o tres horas. Es muy importante no escatimar en tiempo de horno, porque lo importante en esta receta es que la carne se deshilache casi sola.
Una vez hecho, saca la fuente y retira el papel de aluminio con cuidado. Saca la carne y deja enfríar un poco, lo suficiente para poder deshilacharla.
Cuela el jugo por un colador y, si estuviera muy líquido, ponlo en un cazo para reducirlo un poco, hasta obtener una mezcla melosa. Cuando esté lista, añade la salsa sobre la carne deshiladachada.
Calienta las tortillas en la sartén medio minuto por cada lado. Y sirve todo por separado, para que cada comensal se monte sus tacos de cochinita pibil. Las tortillas por un lado, cubiertas con un paño de cocina limpio. La carne por otro lado, la cebolla marinada (y escurrida) por otro, y unos dados de aguacate. Se puede añadir también un poco de cilantro.
Y para un menú completo y mexicano, prepara un poco de guacamole y un pico de gallo, que una ensalada sencilla con tomate, cebolla morada, aguacate y cilantro, aliñados con aceite de oliva, sal y un poco de zumo de lima.
