Consejos para elegir y servir un buen vino rosado

El vino rosado es en realidad un vino tinto con poca maceración, que suele proceder de la mezcla perfecta de uvas blancas y tintas y cuya fermentación dura aproximadamente tres semanas, a una temperatura de 16ºC a 17ºC. ¿El resultado? Un caldo que se diferencia del resto por su frescura, suavidad y ligereza muy marcadas. Un explosión de matices cuya máxima calidad abarca los meses de verano, convirtiéndose en una de las bebidas estrella de dicha estación.

Sin embargo, para aquellos que no están acostumbrados a incluirlo en sus comidas, pero aun así quieren disfrutar de su sabor, puede resultar muy complicado escoger una buena botella, pues son muchos los factores que deben influir en la decisión. ¡Toma nota!

Cómo elegir un buen vino rosado

• En primer lugar, es fundamental conocer la fecha de su cosecha, pues los vinos rosados tienen una vida muy corta, es decir, empiezan a perder sus cualidades al año siguiente de la vendimia.
• En este sentido, los expertos aseguran que las cosechas del 2011 y el 2012 destacaron especialmente por su calidad. Así que si es la primera vez que pruebas un vino rosado, no dudes en optar por una botella de dicha temporada.
• El color es uno de los elementos más importantes porque, aunque este tipo de vino suele estar vinculado al color que le da nombre, lo cierto es que la variedad de tonalidades que puede lucir es pasmosa. Desde el gris y el clásico rosado, pasando por el rosa carmín, hasta llegar al salmón. Sin embargo, si hay uno que demuestra su fuera de juego, ese es el naranja.
• Si tienes la oportunidad de probarlo antes de comprar la botella, debes saber que los vinos rosados suelen transmitir al paladar notas afrutadas. Dependiendo de la variedad, se puede distinguir un sabor a mandarina, granada, sandía o incluso melón. Todo depende del proceso de elaboración.
• En cuanto al olfato, también debe participar en el proceso. La mayoría de vinos rosados evocan las mismas frutas que conquistan al paladar, pero con unos matices florales y una acidez que marcan la diferencia.

El maridaje y la temperatura

Una vez hayas seleccionado el mejor vino, debes poner todo tu empeño en la cata y la presentación. Por ejemplo, este caldo es ideal para los aperitivos, aunque también funciona como acompañamiento de los arroces, los pescados blancos o marinados, la carne de pollo o conejo poco condimentada y una buena tabla de quesos blandos o semicurados. Por otro lado, la temperatura debe oscilar entre los 7ºC y los 10ºC.