Noelia Hontoria
Gastronomía
De dónde viene el melón con jamón
Su origen se localiza en Italia, aunque es un plato común de la gastronomía española
Uno de los entrantes o aperitivos más típicos del verano es el melón con jamón. Una composición que, a priori, podría parecer incompatible (no deja de ser una fruta con un producto cárnico), pero que una vez lo ponemos en común, da lugar a un contraste muy sabroso. El dulce del melón se combina con el salado del jamón, por lo que hay quien lo toma tanto de aperitivo como de postre, a gusto del consumidor.
Orígenes del melón con jamón
El melón con jamón se ha convertido en un referente de la cocina española y es muy habitual en chiringuitos del país, restaurantes de menú y todo tipo de bares cuando llega el calor.
Atendiendo a sus orígenes, podemos localizarlos en Italia, donde se realizaban combinaciones con jamón, salami o mortadela allá por el siglo XVI. Un siglo más tarde traspasó fronteras y llegó a España, donde lo hemos adoptado como elaboración propia e internacionalmente se cree que fue idea nuestra. En el siglo XIX el melón con jamón formó parte de banquetes de postín, con personalidades de la época, convirtiéndose así en un plato refinado y alabado por los mejores paladares.
En nuestros días, aunque se mantiene el gusto por esta elaboración, ha reducido su categoría y ahora es común encontrarlo en chiringuitos de playa por un precio económico. Debido a la facilidad de su preparación, también podemos hacerlo en casa en tan solo un minuto. Solo tenemos que cortar el melón en dados y envolverlo con lonchas de jamón serrano. Hay quienes añaden algún ingrediente más, como una ramita de albahaca o algún encurtido.
Sus versiones más sofisticadas van de la mano de algunos de nuestros grandes chefs de cocina, que han querido introducirlo en su menú con una vuelta de tuerca. Por ejemplo, el consomé con granizado de melón de los hermanos Roca.
Al principio, el melón, un producto procedente de Asia y alabado por los árabes, quienes lo introdujeron en la cocina española, se solía consumir con sal. De ahí la idea de los italianos de introducir embutidos salados para darle más consistencia al plato, tanto a nivel de textura como nutritivo. Debido a su procedencia asiática, también se puede encontrar en esta gastronomía, aunque con otro tipo de embutidos más propios de la zona.
En muchos lugares, se denomina al melón con jamón como melón a la española. Un plato delicioso que hemos adoptado y hemos sabido hacer nuestro.