Victoria Herrero
Gastronomía
Dónde comer a cuerpo de rey en la provincia de Burgos (y no solo en asadores)
La tierra del lechazo hecho en horno de leña ha dejado paso a sorprendentes ofertas gastronómicas
Burgos es una tierra fría, pero no para el estómago, ya que la gastronomía burgalesa goza de muy buena salud. Una cocina que bebe de las bases de los mejores asadores y recetas de lechazo de toda la vida, además de su deliciosa morcilla de fama mundial. Una tierra que ha sabido reinterpretarse con nuevos y sorprendentes establecimientos donde los nuevos platos de autor son protagonistas. Así pues, recorre la provincia de Burgos de mesa en mesa con estos tres buenos restaurantes.
Landa
Venir a este hotel es sentirse como un verdadero rey castellano. Un maravilloso lugar en la autovía A1, a las afueras de la ciudad burgalesa, desde que empezaron en el año 1959. Ahora es un clásico y elegante hotel de 37 habitaciones, la mayor parte de ellas suites y situadas en la torre principal del establecimiento. Lo dicho, para sentirse como reyes por una noche.
Pero, sin duda, Landa tiene fama nacional por su cocina, donde uno puede deleitarse con platos como su maravillosa morcilla de Burgos frita, su sopa de ajo con huevo pochado, su ensalada de mollejas o su tortilla guisada. Todo un espectáculo para el paladar.
Cobo Vintage
Al frente de este coqueto restaurante en la capital de la provincia se encuentra el chef Miguel Cobo, conocido por ser uno de los participantes de la primera edición del concurso de cocina Top Chef. Tras años detrás de los fogones, entre ellos en un negocio familiar de hostelería, decidió abrir hace tres años este nuevo local donde "conectar el mar Cantábrico con los productos, la tierra y la profundidad del recetario burgalés".
Así, si reservamos sitio en Cobo Vintage podemos comer a la carta o bien probar alguno de sus menús, entre 28 y 68 euros. De este modo no te perderás propuestas como una merluza con pil-pil cítrico y espinaca, un arroz meloso con guiso de cachón, una galleta de morcilla, su crema y helado de cebolla orcal o las anchoas del Cantábrico con sobado pasiego y pimientos rustidos.
La Roca
En este restaurante de Miranda de Ebro –tienen otro similar en Madrid– ofrecen una amplia carta que se basa en los productos de temporada y en una cocina basada en el sencillez y el respeto a esa materia prima. Una apuesta gastronómica desenfadada y casual donde poder compartir un divertido steak tartar en cono crunch de tomate o un plato de huevo ecológico con panceta guancinale, crema de hongos y trufa blanca.