Si en España celebramos el 12 de octubre la Fiesta Nacional, o Día de la Hispanidad, es porque el 12 de octubre de 1942, Crisrobal Colón descubrió América. Pero, si controvertido es el origen de Colón (genovés para unos, para otros de Plasencia, de Guadalajara, portugués, mallorquín, catalán...), no lo es menos la procedencia del primer vino que viajó con él hasta América: Ribeiro, Toro, Huelva...
T odo apunta a que la dieta diaria de los expedicionarios que viajaron en las tres carabelas incluía un litro de agua y tres cuartos de litro de vino. Un vino, el primero en llegar a América que, para el investigador Luis Cougil, pertenecería hoy a la D.O. Ribeiro.
En el año 1500, las noticias del mal gobierno de Colón en las Américas y las quejas de los colonos llevaron a los Reyes Católicos a encargar a Francisco de Bobadilla la realización de un juicio que, a la postre, ocasionaría la caída del almirante. Documentos relacionados con este juicio encontrados en el Archivo Nacional de Simancas demostrarían, para algunos estudiosos, que en la primera expedición que se realizó al nuevo continente habría estado presente el vino de Ribeiro, puesto que en ellos se explica como prueba contra la actuación del almirante el hecho de que un cura que enfermó pidió a Colón, para acelerar su curación, una mayor ración de la que le correspondía "del buen vino de Ribadavia" y este se la negó.
Sin embargo, la que fuese concejala de Cultura de Zamora, María Ángeles García, sostiene en su libro El vino de Toro, historia, curiosidades y fiestas que el vino de Toro fue el primero que Cristóbal Colón llevó a América. Y lo cierto es que esto también podría ser cierto si se tiene en cuenta que hubo un personaje que, aunque injustamente olvidado, jugó un importante papel en la empresa del descubrimiento. Se trata de Fray Diego de Deza, nacido en Toro en 1443, que fue obispo de Zamora, confesor de la reina Isabel la Católica y amigo de Colón hasta el punto de que, se especula, pudo intermediar entre este y los Reyes Católicos para que financiasen su viaje. Amante del vino de su tierra natal, hay quien asegura que fue este religioso torensano quien dio nombre a una de las tres carabelas, La Pinta, en honor a aquella medida de vino utilizada en el siglo XV.
Otros, por su parte, se muestran convencidos de que el vino que acompañó en su viaje a los descubridores fue onubense, del Condado de Huelva. De hecho, está constatado que en el siglo XV, y antes de la partida de Colón, desde los puertos de Moguer y Palos, de donde salió el primer viaje del almirante, se expedían por barco partidas de los vinos del Condado de Huelva a Gran Bretaña y los Países Bajos. Sea como fuere, lo que sí está constatado en el Archivo de Indias por el investigador Juan Infante Galán es que la primera partida de vino que como tal se expedió en 1502 hacia América fue de vino de procedente de Villalba del Alcor y, por lo tanto, del Condado de Huelva: 26 arrobas compradas por 1.422 maravedíes y embarcadas a bordo de La Española.