Esta es la forma correcta de congelar pan

El pan... ¡bendito alimento! Pocas personas hay que no complementen su comida con un trozo de pan. Hay muchísimos tipos: redondos, de trigo, con más miga, de picos... a gusto de todo tipo de consumidor. Es ese alimento que cuando bajamos a comprarlo empezamos a comernos un trozito y cuando hemos puesto un pie en la puerta de casa falta media barra. O ese que nos quita el hambre en los restaurantes antes de que nos traigan la comida. 

En familia el pan es muy raro que sobre. Siempre está aquel hermano o primo que si sobra se lo come de postre. Sin embargo, para las personas que viven solas, comprar pan no es muy rentable, pues, por lo general, suele sobrar. Ya no solo la barra de pan, digamos, convencional, sino que incluso las rebanadas de pan de sándwich o bollería también se puede poner mala si no se consume. 

La solución, empleada por multitud de personas, es congelar el pan. Ya es una práctica que se realiza con otro tipo de alimentos; es muy común hacer una compra generosa de carne al mes y congelarla en paquetes para organizar las comidas. El error que se comete a la hora de congelar el pan es que, seguro que le ha pasado, la textura se reblandece, o se queda pastosa. 

Es importante saber que para congelar el pan adecuadamente hay que tener en cuenta el tipo de pan. Por ejemplo, si es integral, dura más tiempo. Si está guardado entro de una bolsa de plástico se empeora más rápido que en una de tela, por ejemplo. De todas maneras, la duración de los panes en el congelador es larga. 

Otro factor importante es el tamaño del pan y si está cortado o no. Como decía, y, siendo una práctica más del pasado que actual, es conveniente guardarlo en bolsa de tela. Si no es posible, también se recomiendan las bolsas de plástico bien selladas o papel aluminio. Se desaconsejan las bolsas de papel. No puede estar más de un mes congelado, pues, perderá sus propiedades. Además, se conservará mejor si se guarda en rebanadas. 

Por otra parte, para descongelarlo, hay que hacerlo a temperatura ambiente. Hay que tener en cuenta que un trozo grande de pan tardará entre 20 y 30 minutos. Puedes darle un golpe de calor en el horno o en una tostadora para el fecto crujiente final y eliminar la humedad. En el microondas es más rápido pero un poco más complejo. Hay que poner el trozo o rebanada de pan en el interior del microondas y junto a ello colocar un vaso de agua. Utilizamos la opción de 'descongelar' del propio microondas a potencia muy baja.