Victoria Herrero
Gastronomía
Cómo hacer un perfecto sobao pasiego como si hubieras nacido en Cantabria
Victoria Herrero
Sábado 7 de marzo de 2020
ACTUALIZADO : Sábado 7 de marzo de 2020 a las 6:28 H
2 minutos
Para que quede esponjoso y sabroso es esencial emplear una mantequilla de calidad
Cremosos y esponjosos. Nadie se puede resistir a una tentación tan dulce como el postre casero por antonomasia de Cantabria junto con la quesada pasiega. Recetas ambas que tienen su origen en los bellos paisajes de los Valles Pasiegos y que ya se han extendido por toda la geografía patria. Así, si quieres tomar un vaso de leche o un delicioso café en el desayuno o en la merienda con la mejor de las compañías, sin duda este dulce es todo un acierto.
Receta de sobao pasiego para sorprender a todos
En la receta más tradicional, y que se ha mantenido durante generaciones y generaciones, emplear una mantequilla de calidad es clave si quieres que los sobaos te queden bien sabrosos y esponjosos. Así que, además de este ingrediente esencial, apunta el resto de productos que necesitarás tener a mano:
- Harina
- Azúcar
- Levadura en polvo
- Un poquito de anís
- Ralladura de limón
- Huevos
- Una pizca de sal
Si queremos ser escrupulosos con la receta más auténtica, lo mejor es emplear unos moldes cuadrados o rectangulares como es la forma típica de un sobao pasiego. Sin embargo, tampoco hay que ser demasiado estrictos en este sentido; siempre se puede hacer este dulce empleando para ello el molde que habitualmente usemos para preparar magdalenas caseras.
Una vez tengamos esto, mezclamos la harina y la levadura en un recipiente y lo dejamos reservado.
Ahora es el turno de los ingredientes principales: huevos, azúcar, sal, ralladura de limón, un poco de anís y la mantequilla, que debe estar algo blanda. Batimos todo y le vamos añadiendo poco a poco la harina y la levadura que habíamos mezclado anteriormente. Un par de movimientos certeros para que toda esa masa se una y se pueden rellenar uno a uno los moldes. Pero solo hasta algo más de la mitad de su capacidad. Piensa que luego esa masa aumentará de volumen, por lo tanto hay que seguir esta regla de oro básica en la repostería.
Con el horno previamente calentado a 180 ºC durante unos 10 minutos, metemos los sobaos para que se hagan durante un cuarto de hora. Vigila que no se cocinen demasiado para que no queden secos. Una vez fuera del horno y ya fríos, solo queda disfrutar.