Carlos Zapatero
Gastronomía
Karlos Arguiñano, 70 años cocinados a fuego lento... y un poquito de perejil
Desde finales de los 80, Arguiñano se ha colado en las cocinas de toda España
El pasado mes de septiembre, uno de los cocineros más populares del país cumplía 70 años. Una trayectoria completamente dedicada a los fogones y en buena parte a la televisión. Y por qué no, a la mezcla de ambos.
Una vida delante de las cámaras
Tras estudiar en una de las escuelas de hostelería más reconocidas de España, la Escuela de Hostelería Euromar de Zarautz, Arguiñano fue cocinando su experiencia a fuego lento, como a él le gusta, entre los fogones de diversos hoteles y restaurantes de la ciudad y de la geografía española. Sus inicios le sirvieron para identificar el tipo de cocina por el que se sentía representado. Y fue en el año 1979 cuando logró comprar un bajo en el que montar su propio restaurante, el Hotelka, todavía activo hoy en día.
Eso sí, sus primeros pasos en televisión fueron fruto de la casualidad. Joan Manuel Serrat, el cantautor catalán, fue el artífice de que hoy en día podamos disfrutar de la personalidad de Arguiñano delante de las cámaras. Tras una cena de Serrat y un grupo íntimo de amigos en el restaurante del chef, y tras haber demostrado frente a ellos su característico humor, los contactos del catalán fueron el ingrediente necesario para lograr el plato definitivo, un programa de cocina del que ya jamás se desprendería.
Una historia que comenzó a finales de la década de los 80
Nos encontramos a finales de la década de los 80 cuando el cocinero debutaba de manera oficial frente a la pantalla. El chef vasco no ha dudado en cambiar de aires varias veces a lo largo de su carrera. Acostumbrando a intercalar sus programas en televisiones nacionales con estancias en cadenas locales de su tierra natal. Pero siempre con un mismo ingrediente, la diversión y el carisma como punta de lanza. Mucho deben los programas de cocina que hoy dominan las parrillas televisivas a este cocinero vasco. Arguiñano ha propiciado la democratización de la cocina frente a la televisión.
De aquel pequeño espacio que comenzó en el año 1979 todavía se conserva la misma esencia, aunque adaptada a la época actual. En el año 1990, con un Arguiñano cada vez más conocido en toda España, el Hotelka comenzó su transformación hasta lo que es hoy en día. Un palacete de principios del Siglo XX en plena playa de Zarautz que no ofrece únicamente gastronomía, sino también experiencia. Un total de 12 habitaciones, 4 de ellas frente al mar, impregnadas por la belleza de su entorno.
Actualmente, el Hotelka queda regentado por cinco de sus hijos, que se encargan de seguir ofreciendo los excelentes servicios de restauración, bar y bombonería. Aunque, eso sí, sin perder uno de los aspectos más destacados del restaurante. La esencia de Arguiñano.