Desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección… se celebra la Semana Santa, una semana de pasión, recogimiento, procesiones, pero también de vacaciones y una rica gastronomía. Si, seguro que todos estamos pensando en las torrijas. Pero aparte del postre, la Semana Santa cuenta con un sinfín de platos tradicionales. Todos, con una constante: la ausencia de carne, por la cuaresma. El potaje de vigilia es el plato más emblemático, un guiso de bacalao, garbanzos y espinacas.
Ahora bien, ya sea porque no te gusta el bacalao, o porque quieres convertir esta receta en una deliciosa especialidad vegana, hoy te proponemos un riquísimo potaje de vigilia sin bacalao.
Ingredientes:
- Garbanzos, 400 gramos
- Espinacas, 1 kilo
- 1 cebolla
- 3 dientes de ajo
- 1 puerro
- 1 pimiento verde
- 2 tomates
- 1 cucharada de pimentón dulce (o picante)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- 4 huevos
Los garbanzos, a remojo
La noche anterior, pon a remojo los garbanzos con abundante agua y un poco de sal.
Ya al día siguiente, ponemos los garbanzos en una olla amplia, los cubrimos de agua nueva y fresca y los llevamos a ebullición. Es mejor no pasarse de agua, y si a lo largo de la cocción vemos que necesita más, la vamos añadiendo. Pon a punto de sal. En total, necesitarán una hora y media o dos horas de cocción hasta que estén tiernos. Siempre podemos recurrir a la olla exprés y reducir el tiempo de cocción a media hora.
El sofrito o el origen de los grandes platos
Aparte, preparamos las verduras. Pelamos y picamos el ajo menudo. Pelamos la cebolla y la picamos también en brunoise fina, es decir, en dados menudos. Limpiamos el puerro, retirando las capas exteriores, el extremo más verde y las raíces. Cuando ya tengamos el corazón blanquito del puerro, lo picamos también. Lavamos el pimiento verde, retiramos las semillas y lo picamos en brunoise. Por último, lavamos los tomates y los rallamos en un bol.
Acercamos una olla amplia al fuego con un hilito de aceite de oliva virgen extra y pochamos el ajo, la cebolla, el puerro y el pimiento verde a fuego muy suave, como se deben hacer los sofritos, hasta que las verduras estén blandas y la cebolla comience a transparentar.
Añadimos el tomate rallado, ponemos a punto de sal y seguimos cocinando unos minutos más.
Añadimos el pimentón y movemos todo el conjunto.
Añadimos las espinacas y mezclamos con los garbanzos
Por último, incorporamos las espinacas frescas, y subimos el fuego, puesto que soltarán mucha agua. Cocinamos durante cinco minutos más.
Cuando los garbanzos estén perfectamente hechos y tiernos, apartamos del fuego y añadimos el sofrito con las espinacas. Removemos y dejamos reposar.
Por último, prepara unos huevos duros. Para ello cuece los huevos durante 12 minutos, enfría bajo el chorro de agua fría y pélalos.
Sirve el potaje de vigilia sin bacalao en unos bonitos cuencos rústicos y adorna con el huevo duro, roto toscamente, por encima.
¡Ojo! si quieres que este plano sea vegano, elimina el huevo de la ecuación. Sirve el guiso con un poco de perejil por encima para adornar y unos picatostes de pan.
Algunos trucos para chuparse los dedos
Este potaje es un guiso espeso. Si vieras que los garbanzos tienen mucha agua, antes de añadir el sofrito, retira agua con un cazo.
Por otro lado, ten en cuenta que el pimentón se quema con facilidad. En ese caso adquiere un sabor amargo muy desagradable. De modo que, en cuanto lo pongas en el sofrito, da unas vueltas rápidamente, con el fuego suave, antes de incorporar rápido las espinacas.
Ten en cuenta que cuanto más repose este potaje, más rico estará. De un día para otro, estará aún mejor.