Mariola Báez
Gastronomía
Qué debe incluir un "brunch" que puedes preparar en casa
Esta combinación desayuno-almuerzo admite alimentos muy variados, tanto dulces como salados
Es una estupenda idea para disfrutar especialmente en fin de semana si te has levantado más tarde de lo habitual y quieres hacer una única comida fuerte a eso de las 12:00 o la 13:00. El brunch (unión de las palabras inglesas breakfast y lunch) es una costumbre muy popular en ciudades como Nueva York y, poco a poco, se ha instaurado en Europa. También en España es cada vez más habitual encontrar numerosos restaurantes y cafeterías que ofrecen completísimos brunchs en forma de deliciosos bufetes.
Los básicos de un buen "brunch"
Si te apetece darte un capricho gastronómico en forma de brunch dominical, alguna de las claves para que resulte tan apetecible como saludable son:
- La fruta no puedes faltar, en la forma que prefieras: troceada en una sabrosa macedonia, entera, o en un zumo o batido con piezas variadas entre las que puedes incluir algunos frutos rojos, fuente básica de antioxidantes.
- También, entre las bebidas, lo ideal es que tengas para elegir distintos tipos de cafés e infusiones.
- En un brunch que se precie, la proteína juega un papel fundamental, porque hay que recordar que estás uniendo dos comidas esenciales en una, que ha de proporcionarte nutrientes para casi todo el día. Tradicionalmente, los huevos, que como recuerda la Fundación Española de Nutrición (FEN), tienen un bajo aporte calórico y en cambio son perfectos para prevenir la anemia, son ingrediente clave del brunch. Puedes prepararlos de mil formas, desde el típico revuelto, hasta los huevos benedictine, un clásico que consiste en escalfarlos y cubrirlos con salsa holandesa acompañándolos con bacon.
- También de harán falta los hidratos de carbono en proporción adecuada, preferiblemente tomados junto a algún lácteo. Preparar unos bols con copos de cereales variados, por ejemplo, avena o trigo integral, para que puedas añadirlos a un cremoso yogur natural puede ser toda una tentación. Otra idea apetecible es contar con panecillos variados, de distintos ceales: trigo sarraceno, espelta… para tomarlos con alguna mermelada natural, si te va lo dulce, o bien con un aceite de oliva virgen extra y algo de embutido, preferibemente una loncha de jamón serrano.
- Clásico también de los brunchs neoyorquinos son los blinis, pequeñas tortitas esponjosas, perfectas como soporte para añadir, entre otros alimentos, algo de pescado, esencial en una dieta saludable como señala la Fundación Española del Corazón. Los blinis de salmón ahumado o de anchoas con tomate resultan deliciosos cuando se acerca la hora del mediodía, el hambre aprieta porque no has desayunado, y el brunch se presenta como una opción súper apetecible.