Victoria Herrero
Gastronomía
Cuenca: 5 restaurantes para conocer la cocina de esta bonita ciudad
Tras hacer un recorrido por la localidad, nada como detenerse a probar la gastronomía conquense
La ciudad manchega es uno de los habituales destinos turísticos del interior de nuestro país por ser una localidad amable, muy cercana a Madrid y donde uno puede visitar sus famosas Casas Colgadas. El gran atractivo de Cuenca, que también muestra con orgullo algunos de sus otros tesoros como es el caso de su plaza mayor, la catedral que empezó a edificarse en el siglo XII, las fachadas de colores de la mítica calle Alfonso VIII y su rica gastronomía. Unas recetas de toda la vida que hoy probaremos, junto a propuestas más innovadoras y arriesgadas, en estos cinco restaurantes que hemos seleccionado.
Romera Bistrot
Nuestra primera parada, con mesa y mantel, nos lleva hasta la calle Los Tintes número 19, donde se ubica este restaurante liderado por Luis Romera. A su cargo está un equipo de cocineros jóvenes que se consideran apasionados de la cocina, como no podía ser de otra manera, y del deporte, especialmente del ciclismo.
Unas preferencias comunes que intentan trasladar a unos platos que comparten la esencia y el compañerismo que se muestran en los fogones donde se elabora su amplia carta. Unas recetas basadas en la cocina de mercado y donde podremos encontrar propuestas como el tartar de atún rojo con aguacate, el guiso de rape, el ragout de lechal con cous cous o el toffe de piña con espuma de coco, para cerrar de una forma dulce nuestro paso por Romera Bistrot.
Raff San Pedro
Nos dirigimos ahora hacia el espacio de nombre Raff San Pedro, en el número 58 de la calle del mismo nombre, en pleno casco antiguo de la ciudad de Cuenca. Al otro lado de la puerta nos espera el chef José Ignacio Herráiz, que aprendió todo sobre la cocina en templos gastronómicos como el afamado El Bulli. Con su regreso a la ciudad que le vio nacer, en el año 2006 se puso al frente de su propio negocio.
Y es aquí donde ahora nos recibe con recetas nuevas, pero siempre basadas en la raíz más artesanal de la cocina que conoció de niño. Es el ejemplo de el ajo arriero tradicional con sus contrastes dulces y ahumados, o los puerros asados con perdiz escabechada como entrantes. A continuación, un clásico bacalao con espinacas y garbanzos o un arroz seco de libre. Y como colofón, nada como pedir alguno de los postres de su carta: su cremoso de chocolate blanco o su bizcochada manchega con toffe de mango.
Original propuesta del espacio (Raff San Pedro)Asador de Antonio
En esta estela de comida conquense de toda la vida, otro acierto es reservar mesa en el Asador de Antonio. Todo un referente en la ciudad a nivel gastronómico y cuya fama se ha labrado en todos sus años de existencia con especialidades tradicionales, como el cochinillo y el cordero lechal al horno.
Pero hay mucho más que probar en el Asador de Antonio y esta es la prueba. Así pues, a modo de entrantes siempre se puede optar por un pisto, una tabla de ibéricos, un gazpacho pastor o unos caracoles. A continuación, y si el tiempo lo pide, una sopa castellana seguida de una merluza a la cazuela o unos sesos a la plancha.
Cocina tradicional conquense (Asador de Antonio)Trivio
Nos vamos ahora a Trivio (@trivio_es), que tiene en su palmarés una Estrella Michelin (@GuiaMichelin_ES) y un Sol Repsol (@GuiaRepsol) por la creación de unos platos que, como ellos denominan, se engloban dentro de la "cocina de secano". Es decir, la recuperación de los productos y sabores de la zona, pero reinventados con una clara mirada al siglo XXI.
Trivio es la apuesta personal de su cocinero ejecutivo, Jesús Segura, que abrió las puertas de este espacio en la calle Colón 25 hace casi un lustro. Desde entonces, todos los comensales que pasan por sus dos espacios pueden aprovechar el momento para disfrutar de algunas de las recetas de su carta. Originales propuestas como el jamón de corzo con especias, ahumado y curado en mantequilla de koji de cebada; la sardina en suero vegetal con migas de pan nibosi, o el postre de frutos rojos con queso y avena.
Arte y Solera
Toca despedirnos de Cuenca, no sin antes pedir un último bocado en este restaurante con un nombre tan significativo. Estamos en Arte y Solera, en la avenida República Argentina 1, donde nada más entrar ya podemos echar un vistazo a su amplia carta.
Así pues, qué mejor para irnos de esta bonita ciudad manchega que dando un homenaje a nuestro paladar con platos como el atún marinado con soja y jengibre, las croquetas de espinacas y pasas o los gambones al ajillo con pimiento de piquillo. Y como plato principal, nuestra apuesta final es un carré de cordero con berenjena ahumada y polvo de aceituna negra.
Un colorido plato del restaurante (Arte y Solera)