Restaurantes buenísimos cerca de Barcelona para una escapada gastronómica

“Con las cosas de comer no se juega”, reza el popular dicho español. Y a rajatabla parece que lo siguen los restaurantes que hoy recomendamos y que están a un golpe de volante de Barcelona (o de un agradable viaje en tren). Algunos son auténticas instituciones en los lugares que los acogen; otros disfrutan de unas vistas inigualables, pero en todos ellos comerás mejor que bien. ¿Quieres conocerlos?

Fonda Europa

Situado en la ciudad de Granollers, la Fonda Europa es un hotel-restaurante con solera, pues data del año 1771. En sus 250 años de historia, esta institución del buen comer se ha dedicado a preservar los sabores de toda una vida: la cocina catalana de tradición popular. Sofritos, arroces, casquería y guisos son los protagonistas del lugar. Te recomendamos los pies de cerdo con calamares y albóndigas, todo un manjar. En el mismo centro urbano de la ciudad (calle Agustí Vinyamata, 2), el establecimiento conserva al mismo tiempo un aire histórico y una elegancia únicos.

El Celler de Argentona

En la comarca de El Maresme, en el pueblo de Argentona, a apenas 30 kilómetros de Barcelona y muy cerca de Mataró, encontramos El Celler de Argentona, que bajo la dirección de los hermanos Lara y con dedicación y fidelidad a la cocina tradicional catalana y de mercado nos ofrece, en el marco incomparable de una bodega del siglo XVIII, la mejor garantía de calidad. No te puedes ir sin antes haber probado uno de sus deliciosos platos de bacalao. Los fines de semana y festivos tienen un excelente menú por 30 euros.

Vinòmic

Este restaurante, que está en La Garriga (calle Banys, 60), apuesta por la cocina de la región, con ingredientes de proximidad. El nombre del restaurante es un juego de palabras entre “vino” y “binomio”, por aquello de que son dos socios: el sumiller Aleix García y el chef Pau Gener. Carnes, pescados y postres… ninguno de los platos que ofrece el restaurante Vinòmic deja indiferente.

Pins Mar

El restaurante Pins Mar está situado en un entorno privilegiado delante del mar en el pueblecito de Llavaneras, a tan solo media hora de Barcelona. Las vistas desde casi todas las mesas merecen ya por sí solas la visita a este lugar. Abiertos desde 1955, mantienen desde hace casi 70 años la misma tradición familiar, con una cocina basada en los arroces y en el pescado y marisco de primera calidad. El suquet de cola de rape está para chuparse los dedos, pero desde luego nadie puede abandonar el local sin haber probado la deliciosa coca de Llavaneras rellena de crema. Sin palabras…