Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorSi bien el marisco es el plato estrella de las navidades, también es cierto que es el momento en que, debido a la oferta y la demanda, los precios no están al alcance de todos los bolsillos. Ahora que hemos dejado atrás la copiosidad de las comidas de estas celebraciones y que los precios empiezan a normalizarse, si quieres disfrutar de una buena mariscada ten en cuenta estas recomendaciones a la hora de comprar el marisco para que no te encuentres con sorpresas.
El mejillón ha de tener la concha de color negro vivo, brillante y también ha de estar bien cerrado. Uno de los mejores, si no el mejor, es el mejillón gallego. También el de mayor producción en España, alrededor del 95% de la producción de mejillón procede de Galicia.
Las mejores son las de concha plana, lisa al tacto en el contorno y blanquecina. Al igual que con las ostras han de estar bien cerradas.
Para saber si una gamba es de buena calidad hay que fijarse en la textura y el color. El color de la cabeza de una gamba roja ha de ser de un rojo intenso, azulado, y la carne ha de ser firme.
Para elegir una buena ostra esta ha de estar bien cerrada. Al abrirla, el color no ha de ser demasiado lechoso o blanco, señal de que le falta hidratación. Por supuesto el olor ha de ser fresco, a mar. Se recomienda su consumo en los meses más fríos, de octubre a abril, o lo que es lo mismo, los meses que tienen “R”. El precio variará en función de la procedencia de la ostra y del tamaño.
Es otro de los mariscos que si se compra fresco ha de estar vivo. Darle un pequeño golpecito servirá para comprobarlo. Han de ser de color brillante, parduzco, nuevamente el color lechoso indica que les falta hidratación. Las de mejor calidad son las gallegas, ligeramente arqueadas y del tamaño de un palmo de la mano.
En función de su procedencia, Galicia o Marruecos, tendrá un precio u otro y su calidad también será diferente. Los gallegos son los mejores y han de ser del tamaño del dedo pulgar, corto, gordo y con su pezuña. Además, en el extremo opuesto a la pezuña, el gallego tiene roca, en cambio el marroquí tiene arena.
El percebe marroquí también es bueno, pero diferente en cuanto a textura, más blando, de sabor menos intenso, y más barato.
Si has comprado marisco congelado o lo vas congelar tú en casa, es importante que sigas los pasos correctos, tanto a la hora de congelarlo como al descongelarlo.
Para congelarlo, es importante que lo hagas una vez cocido y que lo almacenes sin amontonarlo en un envase adecuado.
A la hora de descongelarlo no utilices nunca el microondas ya que se perderían los jugos. Hazlo en la nevera, teniendo en cuenta que será necesario sacarlo del congelador un par de días antes.