Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
… saber más sobre el autorAlguna vez seguro que has probado alguna receta que llevara jamón serrano crujiente. Se puede presentar como unas chips o triturado en trozos pequeños para decorar distintas elaboraciones. Tiene un intenso sabor a jamón y cruje en la boca. Pues bien, prepararlo es muy sencillo. Seguro que cuando sepas cómo se elabora, se convierte en un ingrediente habitual en tus platos.
El jamón serrano es un alimento que está presente en muchas despensas porque se trata de un embutido muy versátil que nos puede solucionar una merienda o un tentempié en un momento, puede acompañar una cena o formar parte de un montadito para media mañana. Aquí te vamos a contar otra forma de emplearlo.
Para comenzar, esta elaboración es una forma de aprovechar las lonchas de jamón que se quedan secas o el corte de un jamón cuando llevamos un tiempo sin cortar. Y tan solo necesitas papel de hornear o papel parafinado y el horno para hacerlo.
Coloca el papel de horno sobre la bandeja del horno y dispón las lonchas de jamón serrano. Es importante que sean todas del mismo grosor para que se hagan por igual. Si no, unas se quemarán y a otras les faltarán tiempo de horneado. Después, tapamos las lonchas con otra lámina de papel y colocamos encima un objeto, apto para horno, que pese para que no se curven las lonchas.
Lo ponemos en el horno a 180ºC durante 20 minutos. Cámbialas de bandeja para que se enfríen más rápidamente. Cuando se enfríen quedaban completamente rígidas y crujientes.
También lo puedes hacer en el microondas. Además, tardarás mucho menos tiempo. Debes colocar las lonchas sobre papel de horno y cubrirlas con otro papel. Lo pones en el microondas a máxima potencia en intervalos de un minuto hasta que esté seco. Puede tardar entre cuatro y cinco minutos, depende del grosor de la loncha.
El crujiente de jamón serrano se puede utilizar sobre el plato que se quiere servir. Otra forma de presentarlo es machacarlo para que quede como “sal de jamón” y espolvorearlo, dando un toque gourmet a tus elaboraciones.
Por ejemplo, si haces una sopa de melón, puedes añadir el jamón crujiente en tiras. También puedes darle un toque crujiente a un salmorejo o añadir a una ensalada. Y puedes presentar cualquier crema de verduras con una loncha de jamón crujiente.