Te contamos qué es el flan parisino y cómo prepararlo

Un postre muy rico y muy fácil de preparar. El flan parisino, o flan pastelero, es una delicia por su suave textura. A pesar de su nombre, se trata de una tarta de crema pastelera. Te vamos a contar los secretos de este postre francés.

Para elaborar esta tarta, vamos a necesitar una plancha de masa quebrada refrigerada, 400 ml de nata líquida, 400 ml de leche entera, dos huevos y la yema de otro, 120 gramos de azúcar, vainilla, 50 gramos de maicena y un poco de mantequilla.

Proceso de elaboración

Comenzamos horneando la masa quebrada. Para ello, necesitaremos un molde desmontable de 20-22 centímetros de diámetro. Lo engrasaremos y pondremos sobre él la masa quebrada, cubriendo bien las paredes del molde. Lo rellenaremos con legumbres secas y lo pondremos en el horno a 190 ºC durante unos 15 minutos. Una vez que esté dorado, lo sacamos, le quitamos las legumbres y lo reservamos.

Lo siguiente que vamos a hacer es preparar el relleno de esta tarta. Colocamos un cazo con la leche, la nata y la vainilla, ya sean unas gotas de esencia de vainilla o una vaina de vainilla. Debemos calentarlo sin que llegue a hervir durante 10-15 minutos.

Mientras infusionamos la leche, la nata y la vainilla, vamos preparando la mezcla del resto de ingredientes. En un bol, batimos los huevos y la yema y vamos añadiendo el azúcar, mezclando todo muy bien. Después añadimos una cucharada de mantequilla derretida y la maicena, volviendo a mezclarlo muy bien.

Después, debemos incorporar la mezcla de los huevos a la leche. Para ello, vamos a volver a calentar la leche sin que lleva a hervir y lo retiramos del fuego. Añadimos la mezcla de los huevos, sin dejar de remover y lo calentamos a fuego medio hasta que comience a espesar. Es el momento de añadir esta crema pastelera sobre el molde con la masa quebrada ya horneada. Reparte bien la mezcla por toda la masa y vuelve a hornear durante 40-45 minutos.

Esta elaboración se debe tomar fría o a temperatura ambiente, por tanto, hay que quejarla enfriar completamente antes de servirla en la mesa. Arriba se forma una costra brillante, pero, si queremos darle un toque especial, podemos quemar un poco de azúcar con un soplete de cocina. Si te resulta más práctico, puedes emplear una plancha de hojaldre en lugar de una de masa quebrada.