Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
… saber más sobre el autorLa cebolla caramelizada está riquísima y muy fácil de elaborar. Al contrario de lo que se pueda pensar, no lleva ni azúcar ni caramelo. La cebolla se carameliza por la oxidación de los azúcares naturales que contiene. Es ahí donde está el secreto de esta receta, el tiempo. Porque para que ese proceso se produzca, necesitaremos entre 45 minutos y una hora.
Vamos comenzar por los ingredientes. Para un kilo de cebollas (unas cuatro o cinco piezas medianas), vamos a necesitar ocho cucharadas de aceite de oliva virgen extra, tres cucharadas de agua y sal.
Pelamos las cebollas y las cortamos cómo más nos guste. Esto también puede depender del plato donde vayamos a usar esta cebolla. La podemos cortar en juliana, que queda más vistosa en el plato, o en brunoise, que pasará más desapercibida en la elaboración final.
Ponemos el aceite en una sartén antiadherente, que cubra el fondo. El aceite no tiene que estar muy caliente pues no queremos que se queme la cebolla. Cuando esté caliente, añadimos la cebolla. Removemos bien para que toda la cebolla se impregne con el aceite.
Dejamos que se poche muy bien. Y, pasados cinco minutos añadimos la sal y el agua, bajamos el fuego y dejamos que se haga poco a poco. Hay que estar pendiente durante todo el proceso, que puede durar unos 40-45 minutos, removiendo para que no se queme.
Poco a poco irá cogiendo ese color dorado tan característico y, pasados esos 40 minutos, estará lista. La cebolla caramelizada la puedes guardar en un tarro hermético en la nevera durante bastantes días o bien la puedes congelar para usar en otro momento.
Lo primero, hay que tener en cuenta la clase de cebolla que usamos, porque hay unas más adecuadas que otras para esta receta debido a que algunas contienen más azúcares naturales. La cebolla blanca muy dulce y alguna de las cebollas moradas son las ideales para hacer este tipo de receta. Por ejemplo, la cebolla de primavera (de marzo a agosto) son las que tienen un sabor más suave y dulce.
La cantidad que resulta al final del proceso puede ser un cuarto de la cantidad de cebollas que usamos, por eso es mejor hacer mucha cantidad para aprovechar el tiempo y tener cebolla caramelizada para una larga temporada.
Si quieres acelerar el proceso para tener la cebolla caramelizada en menos tiempo, puedes optar por una receta donde sí se añade azúcar moreno. Además, la cebolla coge un color más oscuro. También puedes añadirle unas gotas de vinagre de Módena para darle un toque ácido.