Las redes sociales se han convertido hoy en un elemento de comunicación imprescindible en nuestro día a día. Acortan las distancias, facilitan el contacto entre personas a miles de kilómetros y permite encontrar información útil en pocos segundos, entre otras cosas. Pero no todo lo que aportan es positivo. Uno de los riesgos que tiene, son las llamadas "modas virales".
Este es el caso del baño en las balsas mineras de Monte Neme, situadas en la comarca de Bergantiños (A Coruña), que se han convertido en un lugar de peregrinación para usuarios de Instagram por la belleza de sus aguas, que son azul turquesa por la presencia de sílice.
Si la cosa se quedase en una simple foto, no habría ningún problema. Al revés, los usuarios de redes sociales podrían conocer, gracias a esta moda, lugares únicos como éste y compartir su experiencia con el resto de 'instragramers'. Sin embargo, el problema es que no sólo se ha popularizado sacarse instantáneas en dicho lugar, sino que también algunos usuarios han comenzando a fotografiarse zambulléndose en el lago, sin tener en cuenta que sus aguas son tóxicas.
De esta manera, se ha reportado que varias personas han sufrido "vómitos", "mareos" e "irritaciones cutáneas" después de los baños. Desde el colectivo Salvemos A Cabana, según informa EFE, se ha pedido que se sellen estos lagos por el riesgo de accidentes y por la toxicidad del agua, al tener una "alarmante presencia" de aluminio. Además, se desaconseja el baño por poder tener "taludes, agujeros y fosos", señalaba un médico a La Voz de Galicia.
De momento, aunque los expertos recomiendan no meterse en estas aguas, ya son más de 2.000 las publicaciones en la red social en dicha ubicación.
