La demencia hecha arte: 5 obras maestras de la literatura sobre alzhéimer

El azhéimer es un tipo de demencia sin cura que ya forma parte del imaginario colectivo de todos. Decir “alzhéimer” evoca en nuestras cabezas las mismas imágenes: olvido, pérdida de autonomía, hospitales, residencias, rostros cercanos que se borran… En la literatura, los escritores más prodigiosos son capaces de trascender esas imágenes y dar una lectura más compleja de la demencia y de las personas que acompañan en la enfermedad. Estos son cinco ejemplos de obras maestras sobre el alzheimer. 

1. 'Ver las orejas al lobo', de Alice Munro

La escritora canadiense, premio Nobel de Literatura en 2013 por sus relatos, capaces de despertar lo complejo de lo simple, aborda en 'Ver las orejas al lobo' el alzhéimer en un matrimonio de avanzada edad. Grant y Fiona viven apartados en los bosques de Canadá cuando ella es diagnosticada con alzhéimer. En el espacio en que Fiona olvida a Grant, encuentra un nuevo amor al que Grant se debe resignar. Munro explorará la relación sentimental desde la enfermedad y el olvido, sacando a relucir los defectos y virtudes latentes en el matrimonio.

 “En ese lugar, la gente –aun los que no participaban en ninguna actividad, los que pasaban tiempo sentados, mirando por una puerta o ventana­– vivía una vida mental muy atareada (…) y la mayoría no podía describir ni mencionar esa vida frente a los visitantes. Sólo podían rodar o propulsarse de un modo u otro con la esperanza de dar con algo que pudiera mostrarse o sobre lo que se pudiera hablar” 

2. 'No he salido de mi noche', de Annie Ernaux

Annie Ernaux es posiblemente la escritora francesa más reconocida del panorama literario actual. Su fuerza narrativa y su crudeza alcanzan cumbres impensables en 'No he salido de mi noche', un relato que necesitó años de descanso hasta que Ernaux se sintió preparada para publicarlos. Se trata de anotaciones que hizo la escritora mientras acompañaba a su madre diagnosticada con alzhéimer.

Aunque Ernaux recalca la ausencia de un relato objetivo, es precisamente la subjetividad radical de su narración lo que transporta al lector a ese momento presente, fresco y real de la relación que se establece entre la persona con alzhéimer y la persona que le acompaña, mucho más íntima y punzante cuando se trata además de una relación familiar.

“Mi madre pierde el color. Envejecer es perder el color, hacerse transparente”.

“Gracias a la enfermedad de mi madre me he reconciliado con la humanidad, con la carne, con el dolor”. 

3. 'Arrugas', de Paco Roca

Saltamos al cómic (también llamado novela gráfica) del historietista Paco Roca, que recibió el Premio Nacional del Cómic en 2008. La narración de 'Arrugas' se sitúa esta vez en una residencia, donde Emilio, un director de sucursal jubilado, es ingresado por su familia cuando todavía está en la fase inicial del alzhéimer. Allí conoce a Miguel, su compañero de habitación, con quien va forjando una tierna amistad a la par que avanza la sintomatología. Paco Roca pone bajo lupa la imagen prototípica de la enfermedad y consigue en un relato de pocas páginas llevar al lector por todas las emociones humanas.

4. 'Entre brumas', de J. Bernlef

En el norte de Europa son pioneros en el abordaje artístico del alzhéimer. Ya sea desde el cine, la pintura o la literatura, los relatos de los países fríos están plagados de brillantez y originalidad a la hora de hablar de la demencia. Ejemplo claro es el libro 'Entre brumas' de J. Bernlef (pseudónimo para Hendrik Jan Marsman). Esta novela explora el alzhéimer desde dentro, en primera persona. El escritor se mete en la piel de un paciente y describe con poderosas metáforas literarias la evolución de la enfermedad.

"Bajo esta vida se revuelve otra vida en la que todos los tiempos, nombres y lugares giran al revés y en la que ya no existo como persona".

"Todo sucede en sacudidas y tirones. No hay movimiento fluido... El día está lleno de grietas y agujeros".

5. 'Desarticulaciones', de Sylvia Molloy 

Esta escritora argentina es conocida por escoger los temas que nadie se atreve a abordar. Lo hizo con la cultura LGBT en los años más represivos y lo hizo también con el alzhéimer cuando eran pocos los que se aventuraban a escribir sobre una enfermedad. Sylvia Molloy mezcla en 'Desarticulaciones' la experiencia real acompañar a un ser querido diagnosticado de alzhéimer con reflexiones que ello le genera sobre la memoria, el pensamiento o el lenguaje:

“Desde hace unos años me visitan con regularidad recuerdos lejanos. Digo mal: no me visitan, más bien irrumpen inopinadamente y me cortan el hilo, de por sí tenue, del pensamiento. Lo que para algunos, supongo, es fuente de nostalgioso placer o melancolía agridulce se vuelve, para mí, una carga a menudo insoportable. Yo quiero ser dueña de mi memoria, no que ella me maneje a mí”.