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Antonio del Barrio: "No podemos dejar de lado nuestras ilusiones por estar jubilados"

Laura Moro

Foto: Cedida por el entrevistado

Domingo 16 de marzo de 2025

5 minutos

A los 65 años cumplió su sueño y publicó el poemario 'Pinceles y rimas para rosas y espinas'

Antonio del Barrio: "No podemos dejar de lado nuestras ilusiones por estar jubilados"
Laura Moro

Foto: Cedida por el entrevistado

Domingo 16 de marzo de 2025

5 minutos

Antonio del Barrio (69) se ha dedicado toda su vida a trabajar en el ámbito empresarial, primero en el área financiera de una empresa industrial y posteriormente y hasta su jubilación, en el sector bancario, pero siempre tuvo claro cuál era su verdadera pasión: la poesía.

En una entrevista a 65YMÁS, del Barrio nos cuenta como tuvo que "aparcar" la escritura para estudiar y posteriormente trabajar, pero teniendo claro que un día volvería a coger papel y boli para escribir un libro que no se quedaría en su escritorio. Y así fue. Pinceles y rimas para rosas y espinas es el primero de sus poemarios publicados cuando cumplió los 65 años.

'Pinceles y rimas para rosas y espinas'

PREGUNTA:¿Cuándo empiezas a escribir? 

RESPUESTA: Mi afición por las letras fue temprana, pues en mis años de estudiante en Segovia  escribí mis primeros poemas. Después, cuando llegué a Madrid, con 17 años, seguí llenando cuartillas en sitios de Bohemia del Casco Viejo de la capital con “sabor romántico” como las Cuevas de Sésamo (en la calle del Príncipe) o lugares emblemáticos del barrio de Malasaña como aquel 'Pentagrama' previo a la Movida de los 80. 

No mucho tiempo después, aparco mi pasión. Tuvieron que pasar 40 años para continuarla.

P: ¿Quiénes son tus referentes? 

R: Si hablamos en el aspecto poético, diré que por mi edad, me llegó mucho más lo clásico de la rima, porque en nuestra etapa escolar la enseñanza del verso giraba en torno a lo tradicional, alejándose de lo que carecía de cánones, por  ello mi manera de escribir está más cercana a grandes maestros de lo purista. Así, cuando mi verso toca temas profundos del ser humano o cuando  reivindico libertad para desterrar la opresión, me aproximo a Miguel Hernández. 

Otras veces, si recurro al sentido común o a lo hermoso del paisaje de la vida, estoy más cerca de Antonio Machado

Y por último, si mis palabras juegan con el amor, con la impotencia del daño recibido por él o describen al poeta, estoy “llegando” a Bécquer, además a  ambos nos une la afición por la pintura, yo lo plasmo también en mi libro  mediante mis bocetos de obras inmortales. 

P: ¿Te ha costado mucho escribir este poemario? 

R: Lo normal es que respondiera que sí, que me ha sido difícil, pero siendo justo conmigo mismo, he de decir que dentro de las lógicas dificultades para adentrarse en un mundo tan complicado como el literario, el camino ha sido más “benévolo” de lo que yo esperaba, pues cuando comparo mi trayectoria dentro del mercado del libro con otros autores que empiezan como yo, me doy cuenta de que he conseguido mucho antes las metas que otras gentes de similar horizonte al mío. 

Me explico: escribir el poemario, quizá por el hambre literaria que tenía después de mucho tiempo sin hacerlo, dio lugar a que fluyeran pronto las ideas, además “jugaba” con la ventaja de la experiencia de la vida, para hablar de ella, de sus aciertos o tropiezos (Rosas y Espinas, que yo denomino en mi libro) y, por tanto, tenía más recorrido emocional que un autor joven. 

P: ¿Estás trabajando en un proyecto nuevo? 

R: Sí, evidentemente, uno empieza el camino para no quedarse en la salida, sino para llegar a una meta y eso requiere constancia, trabajo e ilusión, y ello implica levantarse con las ganas de hacer algo nuevo cada día para llegar a la gente que confía en ti, que te lee y espera mucho de ti. 

Actualmente, tengo en curso un segundo libro de poemas, que espero este  disponible para su edición antes de fin de año, anticipo que tendrá mucho que  ver con el amor y la forma de llegar a él. 

A más largo plazo, he de terminar una novela que empecé hace muchos años y tengo en un cajón, a medio camino, prometo acabarla. 

También tengo a medias, un poemario sobre las tradiciones y costumbres de  mi pueblo, Otero de Herreros, y me hace mucha ilusión darle un empujón para que en 2026 vea la luz. 

Y algo muy sentimental, a lo que voy dando forma poco a poco, como es la vida de mis padres, ya fallecidos, eso es un proyecto del corazón en el que no voy a fallar. 

P: ¿Qué le dirías a las personas que, como tú, siempre han tenido pasión por  algo, pero no se deciden a intentarlo? 

R: Primeramente, les diría que crean en ellos mismos, que no les venza el miedo ni la desgana, pero que se asesoren bien de los caminos más adecuados para llevar a cabo sus proyectos. No se puede iniciar una meta a ciegas, solo envuelta en ilusión. La ilusión hay que dotarla de la formación necesaria en el  ámbito que se pretende abarcar, si no se hace así, la meta estaría más cerca  del fracaso que del triunfo. 

Y he querido dejar para el final, un mensaje para todas aquellas personas, que, como yo, ya pasaron a la situación de “jubilados”. Os diré que eso no es más que una forma de poner nombre a aquel momento (por otra parte, tan deseado) en que uno deja sus obligaciones laborales para poder pasar a realizar aquellos proyectos que le ilusionaron siempre, pero que no pudo hacer  realidad hasta ese instante, porque su actividad profesional se lo impedía. 

Fijaros lo que cambia el término “jubilado”, si lo analizamos con objetividad: de considerar que ya nos retira la vida, porque nuestra edad no da para más, a pensar que “nos retira la empresa”, porque está obligada legalmente a hacerlo, puesto que nos lo hemos ganado a pulso, para tener la libertad de realizarnos en todo aquello que no pudimos porque el trabajo nos lo impedía

Luego quiero trasmitiros con esto, que a los 65 años somos perfectamente válidos para realizar las actividades que nos gustan en la sociedad, y tenemos la libertad para hacerlo y la experiencia de la vida vivida que es un “libro de sabiduría”, que nos muestra el dónde, el cuándo, el cómo y el porqué de las cosas, que en la juventud desconocíamos, para afrontar lo que resta con más garantías. 

Adelante amigos, no dejéis vuestras ilusiones, por estar “jubilados laboralmente”.

Sobre el autor:

LauraMoro

Laura Moro

Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.

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