Paula Buedo
Libros
'Bien por la cocinera', el regalo de la ilustradora Inés Jimm a su abuela Pepi
Paula Buedo
Foto: IG | @inesjimm
Martes 21 de marzo de 2023
ACTUALIZADO : Martes 21 de marzo de 2023 a las 16:33 H
6 minutos
La artista sevillana rinde tributo a la cocina familiar de su abuela con un recetario ilustrado
“Bien por la cocinera, bien, bien, bien, bien”. Hace ya muchos años que Carlos, uno de los primos de la ilustradora afincada en Madrid Inés Astorga (@inesjimm), comenzó a recitar esta cancioncilla acompañada de palmas cuando la abuela Pepi cocinaba. Desde entonces, en las comidas familiares de la familia Astorga, todo el mundo participa en ese pequeño ritual de agradecimiento a la abuela cocinera, María Josefa Lara.
Ahora, bajo ese título que celebra la cocina como un vínculo especial, la artista ha recogido e ilustrado una selección de las recetas más representativas de la gastronomía familiar. Bien por la cocinera se ha convertido en un regalo que la joven ha querido hacer a su abuela como un gesto para reconocer todo el cariño y acompañamiento que ha sentido durante toda su vida. “Siempre ha sido un lugar seguro y me ha mostrado un amor incondicional”, ha explicado Inés a 65YMÁS.
Inés Jimm
“Magnética” es la palabra con la que la ilustradora define a su abuela. La abuelita Pepi, como le gusta que le llamen, tiene 92 años y nació en Villanueva de Algaidas (Málaga). Posteriormente, se trasladó a Sevilla, donde nació Inés. Para su familia, su cocina ha sido un elemento de reunión vertebral, un imán para el resto de miembros. En definitiva, un centro desde el que, con cariño y dedicación, se han tejido las redes familiares.
Cuando Inés piensa en ella, la emoción asalta su rostro. “Mi abuela es la definición del amor”, asegura. Además de la cocina, de ella ha aprendido a querer y confiar incondicionalmente. “Siempre ha sido un ejemplo para mí de que se puede triunfar en la vida sin hacer daño al resto”.
El proyecto de Bien por la cocinera no solo enumera los ingredientes y los pasos para preparar diferentes platos. En sus páginas, Inés presenta retratos de su abuela y de su familia, sus costumbres y rutinas más intimistas, desde una mirada cariñosa y agradecida. No se trata de un recetario corriente, sino que es una oda a ese momento de conexión y cuidado a través de la comida. “Es un tributo”, asegura.
Agradecer la incondicionalidad
Pepi ha sido un pilar fundamental en la vida de Inés, en su autoestima y en la persona que es hoy. Sin embargo, ella sentía que necesitaba expresar y transmitir toda su gratitud por el cariño y las enseñanzas que su abuela le había dado durante 26 años. “Aunque sean nuestra familia, no significa que lo tengamos que dar todo por hecho”, subraya.
“Me di cuenta de que me estaba haciendo mayor y que, aunque hablaba con ella muy a menudo, nunca le había devuelto algo en agradecimiento”, reflexiona. Ahora, en la edad adulta, ha querido dar una vuelta a su papel como nieta: no se sentía en deuda, pero quería corresponder a toda la incondicionalidad de su abuela.
Su trabajo como ilustradora que le ha permitido hacerlo de una forma especial. El recetario ha supuesto un reto para ella, pues su obra siempre ha tenido como protagonista el cuerpo y el rostro humano. Lo ha emprendido con mucho amor y cuidado, tanto como el que ha recibido de Pepi, y con ganas de experimentar artísticamente. “Creo que es la forma más sentimental que tengo de hacerle un regalo”, añade.
Cuando Inés le comentó el proyecto, la alegría con la que Pepi lo recibió le sorprendió. Desde ese momento, emprendieron juntas un emotivo camino. Mano a mano, recopilaron todos los pasos, las cantidades de cada ingrediente, los consejos y, sobre todo, los recuerdos y anécdotas de cada receta para dar como resultado una suerte de libreta familiar. “Fueron unas semanas preciosas”, cuenta emocionada. “Cada cierto tiempo me manda un mensaje diciendo que es el regalo más bonito que le han hecho nunca”.
La cocina, un vínculo intergeneracional
Este libro busca poner en valor la relación entre abuelos y nietos a través de una tradición y costumbre ampliamente asentada en España como es la comida en compañía y la transmisión de una gastronomía propia y empapada de emoción. En sus recuerdos, la cocina de Pepi es protagonista. “Es algo que nos une mucho”, asegura.
Cada receta seleccionada está ligada a un momento o una persona especial. Entre los platos que la ilustradora destaca está el puchero con pringá, un guiso clásico de la gastronomía andaluza. “El puchero de la abuela era el plato estrella y el más celebrado en mi familia”, recuerda.
Sin embargo, ese sabor que le traslada a su infancia por haber sido su favorito son los calamares en salsa. Pese a ello, el vivir en Madrid, lejos del lugar que le ha visto crecer, le hace dudar: “A lo mejor hay otros que me recuerdan más a Andalucía, como la porra”.
El libro está disponible en preventa desde el 13 de marzo a través de la página web la editorial colaborativa que ha apoyado este proyecto. Para David Poirson, de DashBook, el valor de esta propuesta es subrayar el papel de los abuelos como cuidadores desinteresados. “El alcance de este libro va a ser mucho más que familiar porque es muy fácil identificarse”, afirma. “Me parece algo muy potente”.
“Tengo muchas ganas de que lo tenga en sus manos”, comenta con un sutil nerviosismo fruto de la ilusión. Aunque es un proyecto pensado para su abuela Pepi que inicialmente no iba a publicarse, sus más de 200 mil seguidores en Instagram han contemplado el desarrollo de la obra durante meses y el feedback ha sido muy bueno. “El amor que proyectan nuestras abuelas en su cocina tocó el corazón de mucha gente que pudo sentirse identificada”, concluye.
Bien por la cocinera se une a Intimímate (Penguin Random House) y Las brujas que desaparecen (Huevo Cósmico Editorial), obra en la que participó como co-autora, y se convierte en el tercer libro escrito por la artista sevillana Inés Jimm y el sexto ilustrado por ella. Con esta nueva propuesta, busca que otros nietos sientan también esas ganas de corresponder y mostrar gratitud a sus abuelos y, en definitiva, “crear un efecto cadena”.
Inés Jimm