El cineasta Cyril Dion publica 'Resiste', un ensayo para luchar contra el calentamiento global
El escritor ofrece ideas para que los ciudadanos actuemos y formemos un movimiento de resistencia
El cineasta y activista francés Cyril Dion (@cdion), estrenó en el año 2016 el documental Mañana donde dio a conocer iniciativas pioneras y sostenibles relativas a la utilización de los recursos a través de la agricultura o la energía, y la forma de gestionar la economía o la educación, entre otros. Este documento gráfico se convirtió en un auténtico fenómeno social. Ahora, siguiendo esta misma filosofía, ha escrito un ensayo Resistiré (Ed. Seix Barral @Seix_Barral), en el que aporta su opinión sobre qué podemos hacer los ciudadanos ante cuestiones tan urgentes como el calentamiento global, el aumento de plásticos o la desaparición de especies, unas temas que desde su punto de vista no están en las agendas de los políticos.
Esfuerzos baldíos
El autor indica al inicio de su libro que durante el año 2017 se batieron récords bastante perjudiciales para el futuro del planeta, como la temperatura más alta jamás antes registrada en la Tierra, huracanes descontrolados, incendios de consecuencias catastróficas, inundaciones desproporcionadas y un largo etcétera. Y pese a los esfuerzos por numerosas organizaciones ecologistas para transmitir lo que está sucediendo a través de comunicados, informaciones y acciones diversas, la deriva de los acontecimientos no apunta hacia una mejoría.
Si bien el activista reconoce que la atención sobre la protección del planeta ha experimentado un incremento en los últimos 20 años, y que nunca hasta ahora había sido tan extensa, lo cierto es que “las movilizaciones contra el cambio climático son ridículamente pequeñas”. La preocupación por el medio ambiente es mayor, pero hay descoordinación por parte de los neoecologistas y al final, a pesar de los esfuerzos, la destrucción se sucede más rápido que la regeneración.
La resistencia
Lo que pretende Dion a través de las páginas de este libro es que la sociedad despierte y empiece a movilizarse, y por ello apela a formar un movimiento de resistencia. Ha estado investigando durante dos años a través de lecturas, documentos y encuentros con 18 países, con el objeto de establecer estrategias al alcance de todos y que incentiven a la población a “transformar el mundo”.
En este camino ha descubierto que aquellas armas que en un principio pueden considerarse más efectivas, no lo son realmente. Por ello, propone diversas vías de actuación individuales, colectivas o políticas para darle un vuelco a la situación y hacer algo más que dedicarnos a destruir los recursos naturales hasta agotarlos. “Todos estamos involucrados en esta empresa de destrucción masiva, de un modo u otro. Ha llegado el momento de volver a pensar por nosotros mismos y de tomar decisiones”.
